"La NASA debería reequilibrar sus prioridades y aumentar las inversiones en sus instalaciones, mano de obra experta y desarrollo de tecnología de vanguardia, incluso si eso significa impedir el inicio de nuevas misiones", dicen los expertos de las NASEM. La publicación difundida el martes 10 de septiembre, titulada La NASA en una encrucijada, fue solicitada por el Congreso en 2022 en medio de la fuerte competencia de China, que mantiene una estación orbital propia y en junio se convirtió en la primera nación en traer muestras de la cara oculta de la Luna.
Según lo detallado por el organismo de control, con el sistema de diluvio de la Starbase, un enorme deflector de llamas refrigerado mediante chorros de agua a alta presión que se encuentra en la base de la plataforma de lanzamiento de Starship, ha liberado contaminantes en cuerpos de agua del estado en cada lanzamiento.Sin embargo, la empresa niega haber operado el deflector sin un permiso de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) e insisten en que taponan los desagües durante las operaciones y que solo usan agua potable."Lleva más tiempo hacer el papeleo gubernamental para obtener la licencia de lanzamiento de un cohete que diseñar y construir el hardware real.
Según se informó, la NASA ha retirado a dos de los astronautas para liberar dos asientos y traer de regreso —en febrero de 2025— a los astronautas del Boeing Starliner Butch Wilmore y Suni Williams .La elección de Hague para liderar la misión fue tomada por Joe Acaba, jefe de astronautas de la NASA en el Centro Espacial Johnson en Houston.
Con la autorización en la mano, ya el sábado 31 de agosto, los ingenieros de SpaceX lanzaron dos cohetes Falcon 9 casi simultáneamente, con apenas una hora de diferencia entre ambos, y desde dos localizaciones distintas.
La misión, que despegó desde la estación espacial de Cabo Cañaveral en Florida, cumplió con su objetivo. El cohete colocó en la órbita adecuada a todos los satélites, sin embargo, durante la maniobra de recuperación en una plataforma situada en el Atlántico la compañía perdió la primera etapa del cohete.Esta era la misión número 23 de la conocida como primera etapa B1062 que no pudo aterrizar en la cubierta como estaba previsto y que al final explotó tras caer hacia un lado. La FAA ha declarado que el incidente no produjo daños personales y tampoco en tierra y ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido.SpaceX no perdía una primera etapa de un cohete desde hace tres años y medio.
A raíz de estos problemas, los equipos de ingeniería de la misión se vieron obligados a realizar distintos trabajos preventivos y de reparación, incluida la revisión completa de varios conjuntos de datos, la realización de pruebas en vuelo y en tierra, la ejecución de revisiones independientes con varios grupos de expertos en propulsión y el desarrollo de varios planes de contingencia para el viaje de regreso.“La incertidumbre y la falta de coincidencia entre los profesionales consultados no cumplen con los requisitos de seguridad y rendimiento de la Agencia para los vuelos espaciales tripulados, lo que ha impulsado a la dirección a trasladar a los astronautas a la misión Crew-9 ” explican fuentes de la NASA.Butch Wilmore (izquierda) y Suni Williams (derecha) en el vestíbulo entre el puerto delantero del módulo Harmony de la ISS y la nave espacial Starliner de Boeing.
SpaceX planea enviar para finales de año una expedición espacial privada, llamada Fram2, a bordo de una nave espacial Dragon en la primera misión tripulada que viaje sobre los polos de la Tierra.
Los satélites ASBM, que operarán en una órbita altamente elíptica para alcanzar su área de cobertura, transportan múltiples instrumentos, "incluidas cargas útiles militares para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y Noruega, así como una carga útil comercial para Viasat y un monitor de radiación para la Comisión Europea".Cabe mencionar que el sábado por la mañana SpaceX lanzó 21 satélites Starlink desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
Un cohete chino Larga Marcha 6A se partió cuando estaba en una órbita terrestre baja y ha generado un campo de residuos espaciales con cientos de piezas de distinto tamaño, según confirmó un portavoz del Comando Espacial de Estados Unidos (Usspacecom) a la agencia de noticias UPI.El mando militar estadunidense no ha observado amenazas inmediatas y continúa realizando evaluaciones de rutina, explicó el portavoz.Por su parte, Rob Margetta, de la oficina de Asuntos Públicos de la NASA, Rob Margetta, remarcó que el incidente no representaba un peligro inminente para la Estación Espacial Internacional (ISS) que se encuentra a 400 km de altura.La compañía de monitoreo satelital LeoLabs estimó que hubo al menos 700 fragmentos creados por la ruptura del cohete de China.Aunque no exista un peligro inmediato, es posible que los fragmentos desciendan a donde se encuentran la ISS y los satélites Starlink de SpaceX.La empresa Slingshot Aerospace, que posee una Red Global de Sensores controlando la basura especial, dijo que los restos del cohete representan "un peligro significativo para las constelaciones LEO (órbita terrestre baja por sus siglas en inglés) por debajo de los 800 km de altitud".
El Cygnus, que fue puesto en órbita por un cohete Falcon 9 de SpaceX el domingo 4 de agosto) fue capturado por el brazo robótico canadiense de la estación, mientras ambas estructuras surcaban el Océano Atlántico Sur.
De hecho, la NASA ha elegido a SpaceX como la empresa que desarrollará y entregará el vehículo de desorbitación estadounidense, una especie de remolcador espacial capaz de garantizar que el proceso evite riesgos en áreas pobladas, pues implica que algunas partes voluminosas de la ISS no se desintegrarán por completo al travesar la atmósfera terrestre y terminarán cayendo previsiblemente en aguas del Océano Pacífico.
Como su propio nombre indica, Crew-10 es décima misión operativa que SpaceX destina a la ISS por encargo de la NASA. Como en otras ocasiones, Crew-10 empleará lanzador Falcon 9 y la cápsula Crew Dragon.
La NASA planifica el futuro en la órbita terrestre baja para la ciencia, la investigación y las oportunidades comerciales a medida que la agencia y sus socios internacionales maximizan el uso de la Estación Espacial Internacional (ISS).Al mismo tiempo que la agencia promueve nuevas estaciones espaciales comerciales, los líderes de la NASA y SpaceX debaten la selección de la compañía para desarrollar y entregar el Vehículo de Desorbitación de EEUU, que moverá de manera segura la ISS fuera de órbita y hacia un área remota al final de sus operaciones.Desmantelar la ISS de forma segura es una prioridad para la NASA y sus socios internacionales, que incluyen las agencias espaciales de Europa, Rusia, Canadá y Japón.
Aún se espera que concluya la investigación en curso de la compañía sobre el Falcon 9; la seguridad de la tripulación y la garantía de la misión son las principales prioridades de la Nasa y sus socios.El lanzamiento llevará a los astronautas Zena Cardman (comandante); Nick Hague (piloto); y Stephanie Wilson (especialista de misión) por parte de la NASA. Junto a ellos viajará el cosmonauta de Roscosmos Alexander Gorbunov (especialista de misión).Este será el primer vuelo espacial para Cardman y Gorbunov, y la segunda misión al laboratorio orbital para Hague.
Se sumarán a otros dos que ya orbitan a una altura de unos 600 kilómetros y están diseñados para una vida útil de más de cinco años.Sateliot, que lanzará la primera constelación de satélites de órbita baja (LEO, por sus siglas en inglés) con estándar 5G para IoT y con cobertura en el 100% del planeta, abrirá su fase comercial, para la que tiene ya amarrados 200 millones de euros en contratos e ingresos recurrentes con más de 400 clientes de 50 países alrededor del mundo.Dos empleados de Exolaunch examinan uno de los Cubesat de Sateliot.
Además, el también propietario de la red social X, formó parte en el foro Atreju, organizado por el partido de Meloni el pasado diciembre en Italia.
El cohete permaneció intacto como para transmitir datos hasta el lugar de su aterrizaje en el Océano Índico.Estos resultados afianzan la posición de SpaceX en la industria aeroespacial y refuerza su compromiso con la innovación y la exploración espacial. La compañía de Musk afirma haber logrado hitos históricos en cada uno de los vuelos de prueba.Cabe señalar que la NASA siguió de cerca la misión porque SpaceX participará del programa Artemis III, que planifica llevar a cuatro astronautas al polo sur de la Luna en el año 2026.
El equipo de SpaceX también implementará cambios operativos, incluida la eliminación de la etapa caliente del Super Heavy tras el impulso para reducir la masa del propulsor para la fase final del vuelo. Según se informó, la trayectoria de vuelo será similar a la de la prueba anterior que se llevó a cabo en marzo.
Por otro lado, en las instalaciones de Airbus en Getafe (Madrid) comenzó la campaña de pruebas de aceptación de la antena de recepción activa, que estará lista para su entrega hacia finales de este verano.Ambos satélites SpainSat (I y II) son considerados los más modernos de Europa y proveerán a las Fuerzas Armadas españolas (y a sus aliados) con comunicaciones más seguras y resilientes. Ambos estarán en órbita geoestacionaria (GEO) a distancia aproximada de 36.000 kilómetros y pretenden cubrir dos tercios de la Tierra, de Estados Unidos a Singapur, desde las posiciones 30ºO y 29ºE.Una de las innovaciones es que operarán en tres bandas: la X apunta a la geolocalización, cancelación de interferencias, beamhopping, beamforming, nulling, 16 áreas de cobertura y dos áreas de cobertura global.
Lo curioso es que la maniobra se realiza incluso antes de haber lanzado el cuarto vuelo, cuya prueba de motores ocurrió en marzo pasado.De acuerdo a los pasos de la compañía, es de esperar que pronto ocurra el encendido de un solo motor, lo que demuestra un arranque similar a un vuelo para una combustión en el Espacio; luego la de los 33 propulsores del Super Heavy; y un Wet dress rehearsal, la carga de propelente y una cuenta regresiva que se detenga hasta unos diez segundos antes de un supuesto lanzamiento.