El satélite Biomass de la Agencia Espacial Europea (ESA), que marca un nuevo paso hacia nuevos conocimientos sobre los bosques de la Tierra y su papel en el ciclo del carbono, ha llegado sin contratiempos al puerto espacial europeo en la Guayana Francesa para ser preparado para su despegue en un cohete Vega-C a finales de abril.
Biomass es el primer satélite que lleva un radar de apertura sintética de banda P, un instrumento innovador capaz de penetrar en las copas de los árboles para medir los troncos leñosos, las ramas y los tallos, donde se almacena predominantemente el carbono. El radar dispone de una antena desplegable con forma de paraguas de 12 metros por 15.
Esta novedosa tecnología espacial proporcionará una gran cantidad de información nueva que permitirá a los científicos evaluar con precisión las reservas y los flujos de carbono forestal que se ven afectados por el cambio de uso de la tierra, la degradación forestal y la regeneración forestal.
El viaje del satélite de monitorización forestal al lugar de lanzamiento es el resultado de años de desarrollo y, más recientemente, de numerosas pruebas realizadas en las instalaciones de Airbus en Toulouse (Francia).
Como contratista principal de la ESA para Biomass, Airbus en Stevenage (Reino Unido) ha liderado el desarrollo con un consorcio de más de 50 empresas de 20 países, que también incluía a la empresa estadounidense L3 Harris, que desarrolló la distintiva antena de malla de alambre de gran tamaño del satélite.
La empresa española SENER ha sido la responsable de todos dispositivos de ensamblaje de la estructura, tanto para el transporte vertical de la sonda como para montar y desmontar los paneles y el instrumento de análisis principal, el radar de apertura sintética (SAR por sus siglas en inglés). También se ha encargado del contenedor para transportar dicho radar
Este esfuerzo de colaboración subraya la complejidad de la misión y el compromiso internacional de avanzar en las capacidades de observación de la Tierra.
Biomass emprendió su viaje a la Guayana Francesa el 21 de febrero, cuando fue transportado cuidadosamente por carretera desde las instalaciones de Airbus en Toulouse hasta el puerto de Sète, donde esperaba su llegada el carguero francés MN Toucan. El buque está diseñado especialmente para transportar valiosas cargas espaciales a través del Atlántico. Después de casi dos semanas en el mar, el navío llegó sin novedades a Pariacabo, el puerto de Kourou.