La segunda misión de aterrizaje lunar de Intuitive Machines llegó a la superficie de la Luna el pasado 6 de marzo, pero quedó de lado y no pudo cargar sus baterías, afectando el desarrollo de sus experimentos científicos y demostraciones tecnológicas.
En una conferencia de prensa realizada aproximadamente tres horas y media después del aterrizaje del módulo Athena en la región del polo sur lunar durante la misión IM-2, ejecutivos de la empresa confirmaron que la nave estaba “algo inclinada”.
“Hemos sido muy exitosos hasta este punto, sin embargo, debo decir que no creemos que estemos en la actitud correcta sobre la superficie de la Luna”, dijo Steve Altemus, director ejecutivo de Intuitive Machines, durante la conferencia.
Más tarde, explicó que los ingenieros estaban recibiendo datos contradictorios tras el aterrizaje. Mientras que la telemetría indicaba que el motor seguía encendido en un modo de ralentí, lo que supondría que el módulo estaba en posición vertical, un sensor inercial mostraba que el aterrizaje ocurrió de lado. Finalmente, se determinó que el motor no estaba funcionando y que el sensor tenía razón.
No está claro qué causó que la nave quedara inclinada, pero Altemus y Tim Crain, vicepresidente senior de Intuitive Machines, mencionaron que los altímetros láser mostraban datos inconsistentes durante las pruebas en órbita lunar. “Estos datos siguieron siendo ruidosos hasta el aterrizaje”, dijo Crain. “Ahí es donde vamos a investigar qué impacto pudo haber tenido en el sistema”.
A pesar de la posición del módulo, este generaba energía y transmitía telemetría a la Tierra hasta que las baterías se agotaron y se dio por terminada la misión. Los ingenieros trabajan en determinar su orientación precisa, lo que ayudará a evaluar cuánta energía puede generar y las condiciones térmicas de la nave. Esto también influirá en qué experimentos pueden llevarse a cabo y en qué medida.
“Tras el aterrizaje, los controladores de la misión pudieron acelerar varios hitos del programa y de la carga útil, incluida la suite Prime-1 de la NASA, antes de que se agotaran las baterías del módulo de aterrizaje”, dijo la compañía en su último comunicado. Prime-1 era principal carga útil de la NASA en el módulo de aterrizaje, un taladro destinado a sondear hasta un metro en la superficie para buscar hielo de agua y otros volátiles.
La NASA afirmó que los controladores pudieron demostrar el rango completo de movimiento del taladro Prime-1 en el entorno espacial, mientras que el espectrómetro de masas Prime-1 detectó elementos probablemente pertenecientes al sistema de propulsión del módulo de aterrizaje.
“Cada éxito y cada revés son oportunidades para aprender y crecer, y usaremos esta lección para impulsar nuestros esfuerzos por avanzar en la ciencia, la exploración y el desarrollo comercial mientras nos preparamos para la exploración humana de Marte”, dijo Nicky Fox, administrador asociado de ciencia de la NASA, en el comunicado de la agencia.
Descenso y dificultades del módulo Athena
El módulo Athena estaba programado para aterrizar el 6 de marzo. La maniobra final incluía una frenada prolongada seguida de un cambio de orientación para realizar un aterrizaje vertical. Durante la transmisión en vivo de la empresa, la telemetría mostró el encendido correcto de los motores en la fase de frenado, pero minutos antes del aterrizaje, los datos se congelaron o aparecieron distorsionados, indicando en un momento que el módulo estaba varios kilómetros por debajo de la superficie lunar.
Alrededor de 20 minutos después del aterrizaje, los controladores de la misión confirmaron que el módulo estaba en la superficie y generando energía, pero su orientación seguía sin ser clara. “Bien, equipo, sigamos trabajando en el problema”, dijo Crain, director de vuelo, en la sala de control unos 15 minutos después del aterrizaje.
Detalles de la misión del IM-2
El lugar de aterrizaje de IM-2 era Mons Mouton, una meseta del tamaño del estado de Delaware en la región del polo sur lunar. La zona es de gran interés para la NASA debido a la posible presencia de depósitos de hielo, que podrían ser clave para futuras misiones tripuladas.
La misión despegó el 26 de febrero a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX y entró en órbita lunar tras una maniobra de encendido de motor de 492 segundos el 3 de marzo. El módulo intentó su aterrizaje después de una última maniobra.
La carga útil principal de NASA en IM-2 es el experimento Prime-1 (Polar Resources Ice Mining Experiment 1), que incluye un taladro capaz de penetrar hasta un metro en la superficie lunar para detectar la presencia de agua congelada.
Este experimento forma parte del programa Commercial Lunar Payload Services (CLPS) de la NASA, bajo un contrato con Intuitive Machines por 62,5 millones de dólares.
Antecedentes de Intuitive Machines en la Luna
Esta es la segunda misión lunar de Intuitive Machines dentro del programa CLPS de la NASA. La misión IM-1, lanzada en febrero de 2024, también sufrió un aterrizaje forzoso cuando el módulo Odysseus tocó la superficie a una velocidad mayor a la esperada, lo que rompió una de sus patas y provocó que el módulo cayera de lado.
A pesar del problema, la empresa logró operar la nave durante aproximadamente una semana y recopilar datos de sus cargas útiles.
El aterrizaje fallido de IM-1 se debió a que un altímetro láser no funcionó correctamente, ya que una cubierta de seguridad no fue retirada antes del lanzamiento. Trent Martin, vicepresidente senior de sistemas espaciales de Intuitive Machines, afirmó antes del lanzamiento de IM-2 que la empresa había corregido 85 fallos identificados en la misión anterior, incluido el problema con el altímetro.