Funcionarios militares estadounidenses creen que Rusia y China están probando nuevas capacidades espaciales ofensivas, y denuncian que ambos países han llevado a cabo en los últimos meses misiones de entrenamiento satelital con sistemas ASAT, es decir, creados para destruir satélites.
El pasado mes de marzo, satélites militares rusos estuvieron practicando “tácticas de ataque y de defensa”, realizando maniobras destinadas a aumentar la competencia de su fuerza espacial, según reveló a CNN un funcionario del Pentágono.
De acuerdo a esta fuente, los dispositivos rusos trabajaron juntos para rodear y aislar otro satélite que estaba posicionado en órbita terrestre baja (LEO), demostrando cómo podrían apuntar potencialmente a naves espaciales enemigas en un conflicto futuro.
China ha realizado ejercicios de entrenamiento similares en el espacio durante el último año. En diciembre, Pekín demostró capacidades avanzadas al maniobrar múltiples satélites en formación cercana, lo que generó la preocupación sobre su posible aplicación militar.
Estos satélites coorbitales pueden golpear directamente otro satélite o desactivarlo, y esa es sólo una de las tecnologías de este tipo que Pekín está desarrollando. China también está trabajando en misiles antisatélite y ataques de energía dirigida que utilizan láseres o sistemas similares para atacar otros satélites.