Boeing ha retrasado cuatro días el regreso a la Tierra de su primera misión espacial tripulada a la Estación Espacial Internacional (ISS). El viaje de retorno estaba previsto para este viernes pero una nueva filtración de helio ha pospuesto los planes de la empresa y la NASA ha extendido la misión hasta el 18 de junio. Además, la nave Starliner podría retrasar aún más su vuelta, dependiendo de las condiciones meteorológicas para su aterrizaje.
La misión Crew Flight Test despegó tras superar una serie de problemas en las últimas semanas antes de su lanzamiento. La NASA y Boeing tenían planeada la misión para el pasado 6 de mayo. Pero unas dos horas antes del lanzamiento descubrieron una una pequeña fuga de helio en un tanque de oxígeno líquido del Atlas V. Durante el viaje hacia la ISS se detectaron dos fugas más en los colectores de helio del sistema de propulsión. Según se informó, estos incidentes ocurrieron en momentos críticos, justo cuando los astronautas estaban a punto de iniciar su período de descanso. Tras el acoplamiento en la ISS, se identificaron otras dos fugas más, completando así un total a cinco.
La agencia espacial le ha restado relevancia a las anomalías y ha indicado en un comunicado que los equipos están evaluando el impacto de las cinco pequeñas fugas de helio en el resto de la misión. Los ingenieros de la NASA han determinado que con las actuales tasas de fuga, "Starliner tiene mucho margen para respaldar el viaje de regreso desde la estación". El módulo espacial de Boeing aún tiene suficiente helio porque los depósitos se mantienen cerrados mientras la nave permanece atracada en la ISS. Pero la nave de Boeing podía sufrir hasta cinco fugas de helio, y con este último incidente a llegado a su límite.
Historial
El hecho es que ya se habían registrado problemas técnicos para su lanzamiento desde Florida que retrasaron la misión durante casi un año. La nave tuvo uno de sus primeros fallos durante una prueba de vuelo no tripulado en diciembre de 2019: un error en el temporizador de la misión impidió que la nave alcanzara la ISS. Este percance obligó a revisiones exhaustivas y mejoras en los sistemas de la nave. En 2020, la Starliner tuvo que superar una serie de pruebas críticas para demostrar su capacidad de realizar misiones tripuladas de manera segura y para cumplir con los estándares de seguridad de la NASA.
Starliner es una nave espacial reutilizable desarrollada por Boeing en colaboración con el Programa de Tripulación Comercial de la NASA y Bigelow Aerospace. Su primera misión tripulada debe servir para obtener la certificación de la agencia espacial. Está diseñada para transportar hasta 7 astronautas hacia y desde la ISS y otros destinos en la órbita baja de la Tierra. Si la misión culmina con éxito, Boeing planifica realizar su primer viaje operacional a la ISS en febrero de 2025.