La misión Mars Sample Return le está costando más de un dolor de cabeza a la NASA. Mientras el róver Perseverance sigue haciendo su trabajo en el cráter Jezero de Marte, los científicos están ideando los planes para traer esas muestras y estudiarlas aquí en la Tierra.
En una rueda de prensa, el administrador de la agencia estadounidense, Bill Nelson, confirmó un doble problema: con el esquema actual, tardarían, como mínimo, hasta el 2040 para conseguir traer las vueltas y el programa tendría un coste de 11.000 millones de dólares, unas dos veces el presupuesto inicial.
De hecho, Nelson comentó que eso sería "inaceptable" porque habría que "canibalizar" otros programas científicos. En ese sentido, en una rueda de prensa anunció que han convocado a la industria y a todas las oficinas de NASA para idear un plan alternativo que reduzca tanto el coste como el tiempo de la misión.
En tanto, la administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, Nicola Fox, comentó que "lo que esperamos es que seamos capaces de volver a arquitecturas más tradicionales y probadas, que no requieran grandes avances tecnológicos, pero que tengan un alto patrimonio para que podamos reducir el riesgo, el costo y el tiempo para el desarrollo de la misión".
Por su parte, el dueño de SpaceX, Elon Musk, respondió la publicación de Twitter de NASA, donde les "recuerda" que la nave Starship tiene el "potencial de traer un gran tonelaje desde Marte en unos cinco años". Vale la pena mencionar que esa es, justamente, la nave seleccionada para Artemis, el programa que supone el regreso de tripulaciones humanas a la Luna y, en un futuro un poco más alejado, también hacia el planeta rojo.