2024 se proyecta como el año del fin de la "crisis" de los lanzadores europeos

Si 2023 fue el año de la "crisis" de los lanzadores y del acceso autónomo de Europa al espacio, 2024 se proyecta como la luz al final del túnel. Luego del retiro del Ariane 5, su sucesor, el Ariane 6, ya tiene una ventana para su primer vuelo desde Kourou en Guayana Francesa: entre el 15 de junio y el 16 de julio.

Además, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha adelantado que los vuelos del Vega-C, desarrollado en conjunto con Arianespace, retornarán durante el último trimestre del año. Esto, luego del fracaso de su primera misión, en diciembre de 2022, por un fallo debido a una "falta de homogeneidad" en el material del motor.

Otras misiones relevantes

Durante la primavera, debido a la colaboración internacional del proyecto lunar Artemis, la ESA entregará a la NASA el módulo de servicio europeo ESM-3 que será acoplado a la cápsula Orion. Este avance en la tercera misión, que supone el regreso de una tripulación a la superficie de la Luna, se suma a una instalación clave en el adaptador del cohete que se logró en diciembre pasado.

Aunque no exista una fecha determinada, también se prevé el lanzamiento de Proba-3, de la cual Sener es el contratista principal, y que es la primera misión de vuelo en formación de precisión. Las naves espaciales Coronagraph y Occulter formarán un coronógrafo de 144 metros que estudiará la corona del Sol más cerca que nunca del borde solar.

Durante el primer trimestre del año, la ESA revelará los datos científicos de las primeras imágenes nítidas del telescopio Euclid, que fueron exhibidas en noviembre pasado. Dicha misión es considerada como el "detective el universo oscuro" y está en el Punto de Lagrange L2, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección opuesta al Sol.