La carrera espacial 2.0: Estados Unidos vs China
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La carrera espacial 2.0: Estados Unidos vs China

Ambas compiten para demostrar su superioridad tecnológica y científica, lo que tiene profundas implicaciones para la Humanidad en el espacio
Badera china en la luna
Bandera de China desplegada en la Luna. Firma: CNSA.
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Profesor del área de STEAM de la Universidad Europea de Valencia

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la Humanidad entró en un periodo conocido como Guerra Fría. Durante unas décadas, EEUU y la URSS se disputaron el trono de principal potencia mundial. Uno de los terrenos de juego en los que se disputaba dicha contienda era la carrera espacial. La meta - la llegada a la Luna - se alcanzó el 16 de julio de 1969 con el alunizaje del Apolo XI. Después de unas pocas misiones y de ver que no había mucho que hacer en la Luna, vieron que los costes eran mayores que los beneficios a obtener allí. Así que, finalmente, se cancelaron los planes en la Luna.

1. La Luna vuelve a estar de moda

Es utópico pensar en una conciencia global que dicte cuáles son los planes de futuro de la Humanidad como especie. Pero parece que hay consenso y que la vuelta a la Luna empieza a atraer cada vez más contendientes interesados: USA, China, India, Japón… e incluso empresas privadas como SpaceX (de Elon Musk) o como Blue Origin (de Jeff Bezos). Cada vez está más claro que pronto vamos a volver a pisar a nuestro querido satélite.

Uno de los principales objetivos es establecer bases permanentes en la Luna. Para ello, será necesario construir lugares donde los astronautas puedan hacer vida: tendremos que encontrar una fuente de energía capaz de crear un condiciones de habitabilidad. En los climas inhóspitos de la Tierra, tradicionalmente se ha recurrido a la quema de madera en la chimenea. Ahora, principalmente dependemos de la quema de gas u otros combustibles fósiles. El problema es que estos combustibles fósiles se producen gracias a la actividad biológica de árboles, plantas, plancton, etc, cosas que solo se han encontrado en la Tierra hasta el momento. 

Necesitamos otras fuentes de energía distintas, básicamente la nuclear (tanto en su versión de fisión como en la de fusión). Gracias a Dios, la Luna contiene grandes reservas el helio-3, que podría ser utilizado en la fusión nuclear. La explotación de estos recursos será necesaria para el éxito de las misiones espaciales que pretendan establecer bases estables en la Luna. Al helio-3 también hay que añadirle la presencia de agua helada, que además de ser clave para el establecimiento de bases (para bebida y para obtener oxígeno), podría utilizarse como combustible para cohetes. 

Pero la vuelta a la Luna es solo el primer paso.

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La estación espacial china Tiangong.Firma: CNSA

2. Pistas para entender la carrera espacial 2.0

Llevar a gente a la Luna es un hito que ya se ha conseguido. Con lo cual, aunque sea un acontecimiento notable, volver a pisarla no tendrá un gran impacto. Pero Marte es algo distinto. Esto ya es un planeta, no un satélite. Además, los 4 planetas exteriores son gaseosos y las temperaturas de los otros 2 planetas interiores son demasiado altas. Con la tecnología actual (y la que se desarrolle durante lo que nos quede de vida), difícilmente veremos a la Humanidad visitar otro planeta que no sea Marte. Así que, llegar el primero a Marte, es un acontecimiento que será recordado por varias generaciones. 

Vamos a presentar ahora los detalles más destacables del futuro de la exploración espacial.

Competición Tecnológica. La competencia espacial entre Estados Unidos y China ha cobrado una relevancia significativa en los últimos años, marcando una nueva era en la exploración del espacio. Esta rivalidad no solo refleja el deseo de ambos países por demostrar su superioridad tecnológica y científica, sino que también tiene profundas implicaciones para el futuro de la Humanidad en el espacio.

Estados Unidos, a través de la NASA y en colaboración con empresas privadas como SpaceX y Blue Origin, ha avanzado significativamente en la exploración espacial. Ahí está la misión Artemis, que tiene como objetivo llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna para 2025. Además, la NASA planea establecer una presencia sostenible en la Luna para finales de la década, lo que servirá como base para futuras misiones a Marte.

China, por su parte, ha realizado avances muy notables en su programa espacial en un tiempo récord. La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) se puede colgar varias medallas por haber logrado el aterrizaje de la sonda Chang'e 4 en la cara oculta de la Luna en 2019 y por el envío de la misión tripulada Shenzhou 12 a su estación espacial Tiangong en 2021. Como es de esperar, China también tiene planes para la llegada a Marte.

Cambio Climático. El miedo a que dejemos inhabitable la Tierra está cada vez más extendido, ya sea paulatinamente (cambio climático, destrucción de hábitats, etc) o súbitamente (guerras, etc). Frente a esta tesitura, ya hay voces que plantean la necesidad de convertirnos en una civilización multiplanetaria. Como vaticina Elon Musk, tendremos que tener una base autosuficiente fuera de la Tierra para superar el gran filtro de un solo planeta.

Minería espacial. De los casi 6.400 kilómetros que tiene de radio la Tierra, el ser humano solo ha conseguido extraer recursos de los primeros de la misma. A esto hay que sumarle la creciente necesidad de recursos y materiales de la industria tecnología. Es por ello que ya hay voces que alertan de la futura (pero cercana) escasez de algunas materias primas. 

Como hemos comentado antes, el mejor escenario sería obtener los recursos del propio planeta/satélite al que vayamos. Pero otra línea importante de trabajo sería la de aprovechar las grandes cantidades de metales que se encuentran en algunos asteroides cercanos. El asteroide Psyche, con una alta cantidad de metales y un valor económico incalculable, recibirá la visita de la nave homónima enviada por la NASA para estudiar en detalle su composición y la viabilidad de su explotación.

3. Conclusión.

En los últimos años, la carrera espacial se ha vuelto a poner de moda. La vuelta a la Luna, la visita a nuestro vecino más habitable y la terraformación y la presencia permanente de humanos en otros objetos celestes van a ser los eventos más interesantes que viviremos en los próximos años.



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