Luego de un retraso de casi un día, la misión Vega de Arianespace despegó desde el puerto espacial europeo en Kourou, Guayana Francesa. El lanzador VV23 voló impulsado durante poco más de seis minutos antes de la separación de la etapa superior de la tercera etapa, Zefiro-9. Durante la etapa superior AVUM se encendió dos veces antes de liberar simultáneamente sus dos "pasajeros principales" a una altitud de 601 kilómetros: el satélite de observación de la Tierra Theos-2 para la Agencia Espacial de Tailandia (Gistda) y el satélite meteorológico Formosat-7R/Triton para la Agencia Espacial de Taiwán (TASA).
Después de la separación del último satélite, el director general de Arianespace, Stéphane Israël,comentó las "felicitaciones a los equipos de Arianespace y a sus socios, entre ellos Avio, ESA y CNES, por este exitoso lanzamiento de Vega, que al poner en órbita múltiples satélites, ha vuelto a demostrar su versatilidad única. Deseo agradecer a nuestros clientes, Airbus Defence and Space para Tailandia, la Agencia Espacial de Taiwán y los operadores y patrocinadores de los cubesats, entre ellos la Comisión Europea, por su confianza".
Por otro lado, el director general de Avio, Giulio Ranzo, aseguró que "estamos muy contentos por el éxito de la misión. El trabajo conjunto de los equipos de Avio, Arianespace y ESA ha permitido aprovechar el lanzador Vega para minimizar los cambios de horario para los clientes, demostrando resiliencia y compromiso".
Participación española
Entre las diez misiones secundarias destacan los CubeSats (satélites pequeños con forma de cubo) de la misión española Anser. El proyecto del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) se denomina así por el inglés Advanced Nanosatellite Systems for Earth-observation Research (Sistemas Avanzados de Nanosatélites para la Observación de la Tierra).
Los tres CubeSats (Leader, Follower 1 y Follower 2), que tienen el tamaño de una caja de zapatos, trabajarán en conjunto para monitorear la calidad del agua continental sobre la península ibérica a una altura de 500 kilómetros y manteniendo una distancia óptima de diez kilómetros entre sí. La nave espacial no tendrá sistemas de propulsión a bordo para mantener la formación, pero los satélites utilizarán sus aletas en forma de alas para mantener sus posiciones relativas.
El supervisor de la misión, Santiago Rodríguez Bustabad, había explicado que el nombre se debe a que "Anser es también el nombre latino del ganso salvaje, un buen ejemplo de aves que vuelan en formación, adoptando un protocolo líder-seguidor, que es lo que emula nuestra misión".
La vida útil del grupo se limita a dos o tres años, dependiendo de su altitud inicial. Sin embargo, sus desarrolladores lo consideran "más una fortaleza que una debilidad porque se pueden agregar CubeSats de reemplazo al clúster con regularidad, ofreciendo la oportunidad de realizar actualizaciones de hardware en órbita". Con el tiempo pueden ser desorbitados por versiones más actualizadas, lo que permitiría la continuidad sin interrupciones de la misión general. La financiación ha estado a cargo del programa IOD/IOV (demostración y validación en órbita) de la Unión Europea.
Razones del retraso
Si bien la misión estaba programada para la madrugada del sábado, terminó siendo lanzada un día después. Desde Arianespace explicaron que la interrupción se debió a "una medición ligeramente por encima de su umbral máximo durante la cuenta atrás final". Sin embargo, las comprobaciones permitieron que saliera sin problemas en la ventana siguiente, ya que el lanzador, sus satélites y sus cargas útiles auxiliares estaban en condiciones estables y seguras.