La guerra entre Rusia y Ucrania reconfigura la carrera espacial

Las sanciones que Occidente ha aplicado a Rusia tras su invasión a Ucrania han generado múltiples impactos y uno de ellos tiene que ver con la carrera espacial. Si bien Moscú acaba de lanzar una misión lunar, lo cierto es que su agencia espacial Roscosmos se ha visto fuertemente afectada tras el aislamiento internacional que ha sufrido.

Por ejemplo, para el lanzamiento de Luna-25 la agencia rusa perdió el apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA) en abril de 2022, apenas un par de meses después de la invasión y cuando los diferentes organismos occidentales ideaban la forma de castigar al régimen de Vladimir Putin.

Desde entonces SpaceX comenzó una colaboración especial con Kiev, suministrando a su territorio los servicios satelitales de Starlink. Tal servicio le cuesta a la empresa de Elon Musk alrededor de 20 millones de dólares al mes. Una jugada que fue agradecida por las autoridades ucranianas.

El rol en las misiones Ariane 5 y 6

Hasta que comenzaron las sanciones, la ESA utilizaba los cohetes rusos Soyuz. Sin embargo, desde entonces comenzó a recurrir a los Falcon 9 de Space X. Algo que ocurrió los lanzamientos más recientes: el último del Ariane 5 y el del telescopio espacial Euclid. Se espera que ocurra algo similar con el Ariane 6, que será lanzado en 2024.

Carrera lunar: Rusia vs. India

Tanto Rusia como India tienen en el espacio sus respectivas naves con las que esperan llegar a la superficie lunar. Una carrera por saber quién llega primero, con éxito y puede recorrer su polo sur, una zona muy codiciada por la eventual presencia de agua. Vale la pena mencionar que Moscú ya logró llegar con éxito a nuestro satélite más cercano con la misión Luna-24, cuando todavía pertenecía a la Unión Soviética en 1976. Por su parte, el Chandrayaan-3 indio busca lograr lo que no pudo su antecesor: aterrizar con éxito.