El científico japonés de la Universidad de Nagoya, Yoichi Tamura, lidera una investigación que logró una "proeza astronómica": obtener imágenes de alta resolución de una joven galaxia que existió tan sólo 600 millones de años después del Big Bang. Estas reveladoras imágenes, obtenidas gracias a la tecnología del observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) en Chile, permitieron observar estructuras nunca antes vistas que se formaron mediante la interacción de nebulosas oscuras y de emisión. El artículo publicado en The Astrophysical Journal puede leerse por completo en inglés aquí.
De acuerdo a información del sitio de ALMA, las imágenes de radio "muestran un fascinante panorama donde estas nebulosas dan forma a una majestuosa cavidad que recuerda una superburbuja. Se cree que esa superburbuja se formó a partir del nacimiento de estrellas vibrantes y las subsiguientes ondas de choque generadas por explosiones de supernovas. Este descubrimiento es fundamental para entender los enigmáticos procesos que intervienen en la formación de las galaxias y los ciclos de nacimiento y muerte de las estrellas".
El investigador de la Universidad de Tsukuba, Takuya Hashimoto, explicó los alcances de lo conseguido por sus colegas: "Equivale a captar desde Tokio la luz extremadamente débil emitida por dos luciérnagas separadas por 3 centímetros de distancia en la cima del monte Fuji (a unos 130 kilómetros) y ser capaces de distinguir cada una". Además, cuenta, que el estudio "permite entender la formación de las primeras galaxias, así como la vida y muerte de las estrellas y el ecociclo de la materia en el Universo"
Créditos: ALMA
11 años explorando galaxias ultradistantes
El equipo científico empezó su exploración pionera de galaxias ultradistantes con ALMA en 2012 y logró su primer hallazgo en 2016, cuando detectó ondas de radio emitidas por oxígeno presente en la galaxia más distante jamás observada. En 2018 batió un nuevo récord al identificar la galaxia más distante hasta entonces tras detectar ondas de radio emitidas por oxígeno a una distancia de 13.280 millones de años luz.
En 2019, fueron aún más allá y detectaron ondas de radio emitidas por oxígeno y polvo en otra galaxia, conocida como MACS0416_Y1, a unos 13.200 millones de años luz de distancia. La detección de polvo en el Universo primitivo, donde el ciclo de reencarnación de estrellas aún no se repetía con mucha frecuencia, marcó un hito en nuestra comprensión del Universo. En su hallazgo más reciente, el equipo de investigación obtuvo imágenes con un nivel de resolución sin precedentes: al configurar las antenas de ALMA como un lente de acercamiento y tras 28 horas de exposición, logró discernir el origen de las ondas de radio emitidas por el polvo y el oxígeno y mostrar cómo las emisiones y las nebulosas oscuras están estrechamente relacionadas entre sí, en un proceso donde ambas conquistan su propio espacio. En esta delicada danza, las nuevas estrellas que van naciendo dentro de las nebulosas oscuras ionizan el gas circundante.