Descubren desde España un planeta parecido a la Tierra y potencialmente habitable

Científicos alemanes han descubierto desde Almería un exoplaneta con una masa similar a la Tierra y potencialmente habitable a solo 31 años luz. El planeta se llama Wolf 1069 b, igual que la estrella enana roja que orbita, y forma parte de una docena de planetas ajenos al sistema solar (se han descubierto más de 5.000) que podrían ser habitables.

La astrónoma del Max Planck Institute for Astronomy alemán, Diana Kossakowski, ha dicho que "cuando analizamos los datos de la estrella Wolf 1069, descubrimos una señal clara y de baja amplitud de lo que parece ser un planeta de una masa aproximada a la de la Tierra". Kossakowski lidera el equipo que descubrió el nuevo exoplaneta, en el marco del proyecto Cármenes, del Observatorio de Calar Alto (Almería). 

El estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, revela que "la llamada zona habitable se desplaza hacia el interior" del planeta debido a que la superficie de la estrella enana es relativamente, de ahí su aspecto anaranjado-rojizo. Debido a la poca distancia que le separa de la estrella, el planeta solo recibe entorno al 65% de la radiación que la Tierra recibe del Sol. 

Mapa simulado de la temperatura superficial de Wolf 1069 b, suponiendo una atmósfera moderna similar a la de la Tierra (Kossakowski et al. (2023)/MPIA).

En la imagen, el color azul corresponde a las regiones de temperaturas superficiales más frías -por debajo de 200 grados Kelvin-, y el color amarillo verdoso a las regiones de temperaturas más altas -por encima de grados 275 Kelvin-.

Posible habitabilidad

Las mencionadas condiciones le otorgan a Wolf 1069 b un estatus de potencial habitabilidad. Una de las peculiaridades es que el planeta siempre mira hacia el mismo lado de su estrella, como la Tierra hacia la Luna. Por ello, en un lado del planeta siempre es de día y, en el otro, de noche. 

Debido a su posición conforme a su estrella, el planeta tarda 15,6 días en orbitarla, se sitúa a una distancia equivalente a la quinceava parte de la separación entre la Tierra y el Sol, y las temperaturas son realmente bajas.

El estudio aproxima que en el lado orientado hacia la estrella, la temperatura sería de alrededor de 23 grados celsius bajo cero. Sin embargo, existe una alta probabilidad de que el planeta tenga una atmósfera, algo fundamental pues esta podría aumentar la temperatura hasta 13 grados en su superficie. Así, podría haber agua líquida y, por lo tanto, existir condiciones favorables para el desarrollo de la vida.

La posible atmósfera del planeta es importante para una potencial habitabilidad, pero también protegería a Wolf 1069 b de la radiación electromagnética y de partículas que destruirían posibles biomoléculas. 

La radiación que llega al planeta desde su estrella, en este caso es débil, por lo que la atmósfera podría haberse mantenido. Además, Wolf 1069 b, como muchos otros planetas rocoso, tienen un núcleo líquido, algo que genera un campo magnético mediante el efecto dinamo, similar al de la Tierra. 

A pesar de todo ello, y de ser el sexto planeta de masa terrestre más cercano en la zona habitable alrededor de su estrella anfitriona (como Próxima Centauri b y Trappist-1 e), aún es pronto para detecar bioseñales que indiquen presencia de vida. Kossakowski admite que "probablemente tendremos que esperar otros diez años para ello".