La empresa británica de servicios en órbita Astroscale, junto con el operador de satélites OneWeb, empezará a fabricar el prototipo de instrumento comercial diseñado para capturar varios satélites en la órbita baja de la Tierra en el marco del programa Sunrise de la ESA.
La nave espacial de servicio que Astroscale está bautizada como Elsa-M y está previsto que se lance en 2024. La nave espacial servidora será la primera capaz de sacar de sus órbitas a varios satélites desintegrados en una sola misión.
Esta será la primera misión mundial destinada a retirar de órbita varios pequeños satélites de telecomunicaciones cuando lleguen al final de su servicio operativo. Este tipo de misión es primordial para la sostenibilidad del espacio y para poder hacer un buen uso de él; países como China o EEUU ya están tratando de desarrollar sistemas que eviten la acumulación de más basura espacial.
OneWeb, SpaceX, o en España empresas como Enaire o el futuro proyecto de la Constelación Atlántica, ponen de manifiesto la importancia de las constelaciones de satélites. Miles de pequeños satélites componen estas redes geométricas que darán servicios de observación y comunicaciones a la tierra. Sin embargo, estas estructuras generan, con el paso del tiempo, la llamada basura espacial.
OneWeb cuenta actualmente con 428 satélites que orbitan a unos 1.200 km sobre la Tierra; su constelación completa contará con casi 650 satélites. La red Startical de Enaire contará con más de 200 satélites y la constelación de SpaceX se espera que tenga más de 10.000 satélites. Otras empresas como Samsung han presentado proyectos para una red de hasta 4.000 nanosatélites.
El problema de la basura espacial
Retirar estos satélites de telecomunicaciones de sus órbitas una vez que han llegado al final de su vida útil es esencial para garantizar que estos instrumentos no se vean comprometidos por colisiones que dañen los satélites activos en el espacio. Infoespacial.com habló con los fundadores de la empresa española Ienai Space que ofrecen una solución para no generar más basura espacial con su sistema de propulsión.
Por lo general los satélites actuales tienen una vida útil de cinco a seis años, por lo que de cara a los próximos años la realidad en órbita baja puede llegar a ser muy peligrosa en cuanto a colisiones.
OneWeb incluye en sus satélites dos soluciones posibles para no generar más basura. A cada satélite se le ha asignado suficiente combustible para poder desorbitarse activamente al final de su vida útil. Pero, en caso de fallo, cada uno de ellos se ha construido con un accesorio magnético o de agarre, para que una nave espacial de servicio pueda recoger y desorbitar activamente el satélite.
Astroscale prevé ofrecer un servicio comercial con Elsa-M para los clientes que operan constelaciones de satélites en la órbita baja de la Tierra, proporcionando la tecnología y la capacidad para que el servicio en órbita forme parte de las operaciones rutinarias de los satélites en 2030.