(infoespacial.com) París.- El próximo Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA), que tendrá lugar en Luxemburgo el 2 de diciembre, aprobará presumiblemente tres resoluciones fundamentales: una, sobre el acceso de Europa al espacio; otra, sobre la estrategia de exploración espacial; y una tercera, a propósito de la evolución de la propia Agencia.
La primera resolución reconoce el valor estratégico y socio-económico que tiene para Europa mantener un acceso independiente, fiable y asequible al espacio para los clientes institucionales y comerciales europeos y subraya los nuevos principios de gobernanza relacionados con la explotación del próximo lanzador europeo, el Ariane 6, y con la evolución del cohete Vega, el Vega-C.
Nadie duda de que el cohete Ariane 5, cuya decisión de creación se tomó en 1985, es una historia de éxito. Ha protagonizado más de 60 lanzamientos consecutivos con éxito, ha obtenido más del 50% del mercado comercial de servicios de lanzamiento y ha generado beneficios económicos directos en Europa cifrados en más de 50 millones de euros. Sin embargo, el mercado mundial de servicios de lanzamiento está cambiando rápidamente, tanto en la oferta como en la demanda. Por el lado de la oferta, nuevos proveedores de servicios de lanzamiento no europeos están ahora presentes en el mercado comercial a precios muy competitivos, lo que supone todo un desafío para el modelo del Ariane 5. El mejor ejemplo de esta tendencia es la empresa norteamericana SpaceX.
Por el lado de la demanda, los satélites también se han transformado. El mercado comercial, que se basa principalmente en satélites de telecomunicaciones, está a favor de la introducción de la propulsión eléctrica, lo que podría revertir la tendencia -común desde hace décadas- de estructuras cada vez más pesadas, y requerirá nuevas estrategias de inyección en órbita. Al mismo tiempo, la llegada de las constelaciones Galileo y Copérnico ha supuesto un aumento considerable del número de cargas útiles institucionales europeas, lo que proporciona un mercado bastante estable para el lanzamiento de satélites medianos.
En respuesta a estos rápidos cambios, la dirección de la ESA y la industria europea de lanzamientos han definido las líneas maestras de un Ariane 6 modular en dos configuraciones para atender, a partir de 2020, los segmentos medio y pesado, y un sistema de lanzamiento actualizado Vega (Vega C) para ocuparse del segmento pequeño.
El Ariane 6 se beneficiará de las mejoras de reutilización del Ariane 5 ME (Midterm Evolution) y de las inversiones y del uso común de un motor de combustible sólido (el P120C). Según el borrador de resolución, estas decisiones de desarrollo se asociarán a una nueva gobernanza del sector europeo del lanzamientos que asigna más responsabilidades a la industria y que incluye un punto de decisión de los Estados participantes en 2016 para la continuación de Ariane 6, sobre la base de un conjunto de criterios técnicos y financieros, incluidos los respectivos compromisos para la fase de explotación. El presupuesto que tienen que aportar Estados miembros para la realización de Ariane 6 y el programa de desarrollo de Vega C alcanza los 3.800 millones de euros La segunda resolución que debería ser aprobada en Luxemburgo se focaliza en tres destinos de exploración espacial: Marte, la Luna y la Órbita Terrestre Baja (LEO), y en ésta concretamente la Estación Espacial Internacional (ISS).
Los ministros del ramo entre los que probablemente esté el ministro de Industria José Manuel Soria- aprobarán un presupuesto de 820 millones de euros para mantener las operaciones de la ESA en la ISS para los próximos tres años (hasta finales de 2017).
Como contribución a las operaciones conjuntas en el laboratorio orbital, la ESA está desarrollando el módulo de servicio para la próxima generación de vehículos de transporte tripulado (MPCV) de la NASA, aprovechando la experiencia adquirida con el carguero automatizado ATV.
En cuanto a la Luna, la ESA está trabajando en una contribución a las sondas rusas no tripuladas la Luna-Resource lander, cuyo lanzamiento está previsto para 2019, y la Lunar Polar Sample Return, programada a principios de la década de 2020) y tomará una decisión final en 2016. El ambicioso programa ExoMars de la ESA, que prevé dos misiones al Planeta Rojo en 2016 y 2018, también estará en la mesa de negociaciones para que los Estados miembros de la ESA participen en su financiación. Lo mismo pasa con el Programa de Exploración Robótica de Marte (MREP-2).
El tercer tema en la agenda de los ministros, la evolución de la ESA, se centrará en la visión futura de esta agencia formada por 20 Estados miembros.
Después de intensas discusiones entre las delegaciones, se propondrá que la ESA se mantenga como la organización de referencia en materia espacial y socio a largo plazo de elección de la UE para definir y ejecutar de forma conjunta la política espacial europea, junto con sus respectivos Estados miembros.
Fotos: ESA