Cuatro consorcios europeos, entre ellos uno liderado por la firma española Deimos Space, realizarán estudios paralelos independientes para definir cómo sería una pequeña plataforma satelital de bajo coste con destino a Marte que pudiera servir de pasajero a la nave LightShip de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Actualmente en la etapa de viabilidad y definición, el proyecto LightShip de la ESA, o servicio de transferencia interplanetaria, es un remolcador de propulsión eléctrica que transportará una o más naves espaciales de pasajeros a Marte y ofrecerá servicios de comunicaciones y navegación alrededor del planeta, así como varios asientos para una variedad de cargas útiles científicas.
Los cuatro grupos empresariales, liderados por Argotec, Deimos Space, Politecnico di Milano con Sitael y Redwire, explorarán el potencial de las plataformas para naves espaciales de pasajeros que podrían ser enviadas a Marte por el remolcador de propulsión LightShip. Los estudios están financiados a través del componente de preparación de las actividades básicas de la ESA.
“El concepto LightShip de la ESA pretende abrir el acceso a Marte a una comunidad más amplia de lo habitual”, ha explicado Claire Parfitt, jefa del equipo de estudio de exploración de Marte en la Dirección de Exploración Humana y Robótica de la ESA y responsable técnica de la actividad.
“Es muy emocionante para nosotros poder ofrecer esta oportunidad, ya que la construcción de naves espaciales para misiones a Marte suele considerarse una tarea para grandes integradores de sistemas. Nuestros estados miembros pidieron una participación más amplia en el ámbito de la exploración y estamos muy contentos de haber podido ayudar a facilitarlo. Además, la naturaleza de LightShip es tal que también nos abre a asociaciones internacionales”, ha dicho la especialista.
“Normalmente, analizamos la misión en su conjunto, lo que hace que este estudio sea un poco inusual: esta vez nos centramos solo en la plataforma, sin ninguna carga útil. Esto se debe a que realmente queremos entender cuáles son las capacidades de las plataformas pequeñas y de bajo costo en Europa y cómo deben modificarse para el entorno de Marte. El siguiente paso será comenzar a pensar a nivel de misión”, ha añadido Parfitt.