Ajeno al intenso y largo viaje que le espera, el SpainSat NG I reposa recostado sobre una plataforma móvil de la enorme sala blanca Astrolabe que la multinacional Airbus posee en la ciudad meridional francesa de Toulouse.
Seis vistosas antenas de banda KA, circulares y plateadas, destacan sobre el fondo dorado de la estructura que tiene la forma de una enorme caja de zapatos de casi 7 metros de altura por tres de ancho.
Las dos alas de este deslumbrante artefacto de algo más de seis toneladas de peso aguardan en una sala adyacente que se encuentra en penumbra para que los paneles solares no sufran con la luz artificial. Cuando ambas estructuras se extiendan en órbita, alcanzarán más de 40 metros de largo; sus 70 metros cuadrados de superficie (35 m2 por ala) producirán 22 kW de potencia.
A principios de enero, este imponente satélite geoestacionario de comunicaciones avanzadas viajará por avión a Estados Unidos, concretamente hasta Florida, para ser integrado en la cofia de un cohete Falcon 9 de SpaceX. El lanzamiento está previsto para finales de enero o principios de febrero, según las fuentes consultadas.
El SpainSat NG I, propiedad del operador de satélites gubernamentales Hisdesat, es el fruto de un esfuerzo colectivo no solo internacional sino nacional. A nivel internacional el consorcio ha agrupado a Airbus y a Thales. Y para fabricar las antenas activas, se creó en España un consorcio industrial donde hasta 18 empresas distintas han contribuido con su experiencia en la construcción de los subsistemas o las piezas concretas necesarias, como son los disipadores de calor o las unidades electrónicas.
Enrique Granell explica las características del SpainSat NG I. Firma: Paco Herranz.
La lista de firmas españolas participantes en este consorcio industrial incluye, además de Airbus Defence & Space, a Indra, Arquimea, Tecnobit, Crisa, GMV, INTA, Sener, Inventia, Altran, Jupasa, HV Sistemas, Alter, Cetimol, Anteral, Duralcor, Cadamadrid y Alten.
El 40% de todo el conjunto tecnológico tiene el sello Made in Spain.
“Es un trabajo muy intenso de investigación, de transferencia del conocimiento, de tecnología aplicada a la industria”, ha dicho la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, quien ha visitado este viernes la sala blanca donde yace el SpainSat NG I.
“Todo esto justifica la inversión de 1.300 millones de euros”, ha añadido la número dos del Ministerio, al referirse al coste del programa que contempla la fabricación de dos satélites similares.
A pocos metros de allí, aguarda el hermano gemelo, el SpainSat NG II, que descansa un poco más desnudo que el NG I, porque aún se halla en la fase de ensamblaje e integración. Entre ambos, en sus respectivas posiciones, cubrirán dos tercios del globo terráqueo. Sustituirán al SpainSat y al Xtar-Eur que actualmente orbitan la Tierra. El SpainSat NG II zarpará, previsiblemente, en septiembre de 2025.
“Todo esto es industria, son puestos de trabajo de altísima calidad”, cuya misión es “proporcionar comunicaciones seguras para las Fuerzas Armadas de España, pero también para nuestros socios de la Unión Europea y nuestros aliados de la OTAN, comunicaciones seguras no solo para las Fuerzas Armadas pero también en el ámbito civil, porque es un tecnología dual y en definitiva al servicio de los ciudadanos españoles”, ha admitido con orgullo.
“Este es uno de los programas más ambiciosos, sin lugar a dudas, por el nivel de inversión, por lo que supone en I+D+i, por lo que supone de apoyo a la industria de España, porque no es solo Airbus, porque hay otras empresas españolas tecnológicas punteras participando en el programa y luego porque tiene un importante respaldo de la Unión Europea”, ha explicado Valcarce al ser preguntada.
La secretaria de Estado de Defensa ha anunciado que el próximo 29 de noviembre se inaugurará, en una instalación situada en Hoyo de Manzanares, el segmento terrestre de control del satélite.
Durante cerca de 18 meses, tras el acoplamiento de los módulos de servicio y de comunicaciones, los ingenieros de la planta francesa de Airbus han trabajado para moldear al que será el satélite de defensa más innovador de Europa y uno de los más avanzados del mundo. Se han incorporado y validado los elementos críticos del sistema y se han realizado exhaustivas pruebas tras el proceso de ensamblaje e integración.
El último elemento acoplado en la estructura del satélite de propulsión eléctrica, cuya vida útil es de 15 años, ha sido la antena activa de recepción de banda X (DRA), desarrollada por Airbus Defence & Space España.
Pioneras en el sector aeroespacial europeo, las antenas activas de recepción y transmisión son los elementos diferenciadores de este satélite español. Disponen de una configuración y orientación electrónica de todos sus haces de comunicaciones y proporcionan la misma capacidad que 16 antenas convencionales, aunque con mucha mayor flexibilidad, lo que permite ahorrar espacio en el satélite para ser empleado en otras cargas. Son “antenas inteligentes de alto valor añadido”, según han afirmado los expertos.
Otra de las características destacadas del SpainSat NG I es su capacidad beam-hopping, que permite cambiar entre diferentes zonas de cobertura miles de veces por segundo, adaptándose a las necesidades en tiempo real.
También está equipado con los sistemas más novedosos en lo que se refiere a protección frente a interferencias y ciberataques; de hecho, está reforzado contra fenómenos nucleares a gran altitud, es decir, contra los efectos de una bomba atómica.
El SpainSat NG I ya ha superado con éxito las pruebas mecánicas, que consisten en vibrar el satélite simulando los movimientos a los que estará expuesto durante la fase del despegue. También ha sido sometido a diversos tests ambientales, incluido el de vacío térmico que simula el ambiente espacial, confirmando la buena salud y el rendimiento de su innovador hardware.
La sala de pruebas de vacío térmico, que también ha visto la delegación española, asemeja una gigantesca olla a presión donde se introduce el satélite, se saca todo el aire y donde se reproducen durante horas los picos de temperatura que tendrán que soportar los múltiples componentes del satélite.
Valcarce, en la sala de pruebas de vacío térmico. Firma: Airbus.
Este satélite es “único”, ha asegurado a Infoespacial.com Jean-Philippe Delapierre, mánager del proyecto SpainSat en Airbus, porque en él se han integrado tecnologías innovadoras, por ejemplo, en materia de amplificadores.
La plataforma posee antenas en las bandas X, KA y UHF. Es el desarrollo más “versátil y potente que existe a nivel europeo”, ha declarado Enrique Granell, jefe en Airbus de la carga de pago de banda X del SpainSat NG. Y ello ha sido posible gracias a la cofinanciación por parte del CDTI y de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha declarado en una breve descripción del programa. “Es una gran contribución a la industria espacial española”, ha añadido Granell, y “un reto” porque el satélite contiene más de 1.500 unidades de vuelo, un logro que podrá ser empleado en futuras misiones.
Si no se producen imprevistos, el SpainSat NG I entrará en servicio en 2025 para prestar servicios al Gobierno español, a países amigos y a organismos internacionales como la OTAN y la Comisión Europea en el marco del programa Govsatcom.
A Valcarce la han acompañado en la visita a Toulouse, el director de su gabinete técnico, el general de división del Ejército de Tierra, Enrique Campo Loarte, y dos tenientes coroneles del Ejército del Aire y del Espacio como consejeros técnicos, así como personal directivo tanto de Airbus y como de Hisdesat, entre ellos el presidente de la compañía, Santiago Bolibar, y el CEO, Miguel Ángel García Primo. Infoespacial formado parte del reducido grupo de periodistas que estaba incluido en la comitiva que se ha desplazado hasta Francia.
El vicepresidente senior y responsable de Sistemas de Telecomunicaciones y Navegación de Airbus Defence & Space, Philippe Pham, le ha obsequiado a Valcarce con un plano de Madrid fotografiado por el satélite Pléiades Neo en julio de 2023. Ella le ha hecho entrega, por su parte, de la medalla de la Secretaría de Estado de Defensa.