La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) está lista para su lanzamiento, previsto para septiembre de este año. El proyecto es un vuelo de formación de precisión de dos satélites, Coronagraph y Occulter, que viajarán de forma autónoma a una distancia de 144 metros y a una velocidad entre uno y diez kilómetros por segundo. Además de ser responsable de los segmentos de vuelo y tierra, la española Sener es el contratista principal de un consorcio de una treintena de empresas de 17 países.
Tal como dice su nombre, Coronagraph alojará el coronógrafo, instrumento que apuntará directamente al Sol. Al mismo tiempo, Occulter lo eclipsará con un disco de 140 centímetros de diámetro y varios equipos (ópticos y láser) que permitirán calcular la posición y actitud relativa entre ambos ingenios y posicionarlos con una precisión milimétrica.
La sincronía esperada creará un eclipse artificial de una manera jamás conseguida hasta la fecha: el coronógrafo en el Espacio podrá obtener imágenes del Sol sin que estén afectadas por las perturbaciones de la atmósfera terrestre; mientras Occulter, situado a cientos de metros del punto focal del instrumento óptico, logrará reducir los efectos de difracción.
Firma: ESA - P. Carril, 2013
El aporte belga
La misión, que ha tenido un presupuesto cercano a los 200 millones de euros, fue presentada en la sala limpia de Redwire Space en Kruibeke, a las afueras de Amberes, Bélgica. La compañía se encarga de la aviónica y de las operaciones, y lleva a cabo las pruebas funcionales en los satélites, así como de la integración y de uno de los instrumentos científicos (3DEES).
Su director de Ventas y Desarrollo de Negocio, Frank Preud’homme, comentó ante los medios que "Proba-3 sin duda aportará datos críticos sobre el Sol que beneficiarán la vida en la Tierra, y el vuelo en sincronización será un punto de inflexión para futuras misiones que usen esta tecnología, que seguro tendrá un papel importante en varias misiones europeas". Spacebel, por su parte, ha desarrollado tanto el software embarcado como el segmento de tierra y el simulador para los dos satélites.
Firma: ESA - S. Corvaja
La participación española
Proba-3 forma parte del Programa de Tecnología de Soporte General de la ESA, y la participación de España ha sido posible gracias al apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), así como a una estrecha colaboración entre empresas a nivel internacional.
El director general de Aeroespacial y Defensa de Sener, José Julián Echevarría, dijo que "esta es una misión especialmente ambiciosa, con un gran potencial para beneficiar a la ingeniería aeroespacial y a la astronomía. Pero, además, es un gran ejemplo de colaboración industrial y nos enorgullece poder formar parte de ella. Este hito es el resultado de más de 25 años de trabajo en sistemas de guiado, navegación y control".
Por otro lado, Airbus DS Systems en España ha llevado a cabo el diseño y la fabricación de las dos plataformas. En ese sentido, su vicepresidente, Luis Guerra Peña, expresó que "estamos emocionados de ser parte de esta colaboración internacional, aportando las dos plataformas de los satélites. La misión representa un hito en la exploración espacial y la cooperación entre países. Nos enorgullece especialmente contribuir con ello al avance de la ciencia y la tecnología".
Finalmente, GMV se ha encargado del desarrollo del subsistema de vuelo en formación, de las dinámicas de vuelo y de la función de GPS relativo. Su director de Sistemas Espaciales EST, Enrique Fraga, contó que "Proba-3 marcará un antes y un después en las misiones espaciales con elementos distribuidos. Una de las claves es la precisión del posicionamiento relativo entre varios vehículos que trabajan como se fueran uno dado por el subsistema GNC, y su alto grado de autonomía".