La industria espacial no sólo va de investigaciones científicas o el quinto dominio de la Defensa. Cada vez son más las compañías que apuestan por desarrollar turismo ultraterrestre. Por ejemplo, la española Halo Space quiere comenzar a operar comercialmente en 2026, pero la competencia no se queda allí. Al otro lado del océano Atlántico, la estadounidense SpaceVIP ha anunciado un acuerdo clave para realizar una apuesta más arriesgada aun: se han aliado con un chef de renombre mundial para la 'primera experiencia gastronómica estratosférica'.
En concreto, el chef Rasmus Munk, del restaurante Alchemist de Dinamarca, estará a bordo de la nave Neptune, una cápsula que se elevará 100.000 pies (poco más de 30 kilómetros) de altura para llevar su comida de alta gama a los viajeros que cenarán mientras observan el amanecer sobre la curvatura de la Tierra. El vuelo inaugural, que llevará seis pasajeros, está previsto para finales de 2025 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, Estados Unidos.
Cada pasaje tiene un coste aproximado de medio millón de dólares y desde la compañía adelantan que todas las ganancias se destinarán a The Space Prize en apoyo de la promoción de la igualdad de género en la ciencia y la tecnología.
Firma: SpaceVIP
En declaraciones a Forbes, el fundador de SpaceVip, Roman Chiporukha, comentó que "este anuncio pone de manifiesto la relevancia del turismo espacial y estamos encantados con el diálogo que se establece respecto a la importancia de los viajes fuera de nuestro planeta".
El vuelo tendrá una duración de seis horas y se realizará en una cápsula presurizada (una de las tres que fue comprada a la empresa Space Perspective en 2021) que será elevada por un globo especialmente diseñado para llegar a la estratósfera. Mientras estén a bordo, gracias a la tecnología satelital, los participantes tendrán acceso a Wi-Fi y podrán transmitir en vivo toda la experiencia con amigos y familiares en la Tierra.
Si bien el precio por billete es impagable para una gran mayoría de la población mundial, Chiporukha hace un paralelo con lo que ocurría hace 100 años: "En la década de 1920, un billete para un vuelo transatlántico era prohibitivo y sólo accesible para las élites. Con los avances tecnológicos y el crecimiento de la industria aérea, los viajes aéreos se volvieron más asequibles. Este es sólo el comienzo de los viajes espaciales privados y creemos que van a ir en esa misma dirección seguida por la aviación en el pasado", cierra.