Ismael López (Deimos): "España lleva años trabajando en una estrategia de liderar misiones espaciales" (Parte 2)

Además de liderar la misión Cassini de la ESA y Euspa, Deimos lidera un consorcio de empresas que preparan una propuesta conjunta para la Constelación Atlántica, uno de los proyectos más ambiciosos de observación de la Tierra que tiene a España y Portugal como protagonistas. En esa segunda mitad de la entrevista, el CEO de la compañía, Ismael López advierte los desafíos que enfrentarán este 2024 y resalta el rol que ha jugado por la industria espacial española Miguel Belló, quien fue su jefe por más de 20 años.

Viene de: Ismael López (Deimos): "Liderar la misión Cassini es un salto que consolida nuestra estrategia"

¿Cuál es la participación de Deimos en esta propuesta conjunta para la Constelación Atlántica?

La contribución de España son ocho satélites a través de una colaboración entre la Agencia Espacial Española (AEE) y la Agencia Espacial Europea (ESA). Es una licitación que sale en competición abierta, eso sí restringida empresas españolas porque el presupuesto lo pone, digamos, el Gobierno de España. Ahora mismo está en proceso de licitación, la propuesta cierra en ha principios de febrero hay que entregar la propuesta a la ESA que las evaluará. Inicialmente va a dar dos contratos en paralelo para un primera fase, un primer estudio de unos tres meses y luego ya selecciona al contratista principal que desarrollará toda la constelación.

No queda nada...

Nada. Nosotros ya anunciamos en su día la creación de un consorcio liderado por Deimos, pero con un core team bastante potente. Esto fue como hace un año, pero te aseguro que llevamos trabajando tres años en esta iniciativa.

¿Y cómo se prevé ese horizonte, positivo?

Para la industria española es una oportunidad muy interesante de liderar una misión basada en pequeños satélites. Entonces, claro, te puedes imaginar que para Deimos y para nuestro core team es un objetivo estratégico que llevamos persiguiendo desde hace muchísimos años. Va a representar un reto sobre todo por temas de plazos que son ajustados. Posibles, pero ajustados. Igual que el presupuesto, viable, pero no es de cientos de millones, ni muchísimo menos. También es verdad que los satélites que tienes que construir son más pequeñitos, pero aun así llevan también muchas cargas de pago: llevan cinco y eso para satélites pequeñitos no suele ser lo normal.

Algo mencionabas recién, ¿pero qué va a significar esto para la industria espacial española o qué puede impulsar?

España lleva años trabajando en una estrategia de liderar misiones espaciales, entonces es una oportunidad de colaboración con Portugal. Es otro paso más en esa estrategia de ser un actor europeo de primer nivel. Para nosotros es un paso importantísimo que, además, nos permitiría consolidar un equipo que, creado por empresas españolas, nos permitiría consolidar un producto y una línea de productos que podríamos validar en órbita. Además, esos productos y esa línea de comercializarla fuera de España. Por ejemplo, en otras misiones europeas o, incluso fuera de Europa.

Por otro lado, hacia fines del año pasado instalaron un telescopio de vigilancia espacial en Gran Canaria. ¿En qué quedó eso?

Esa es otra área muy importante, muy estratégica. El siguiente gran reto que es el Space Traffic Management. Tenemos muchísimas capacidades en la cadena de valor de un sistema de vigilancia espacial, nuestros propios sensores ópticos. Tenemos una cadena de procesado que coge los datos que recibimos de nuestros sensores y también de otros sensores, radares, láser, etcétera, capaz de identificar y caracterizar objetos de space debris, o sea, de basura espacial. Con eso se crea un catálogo y a partir de que tienes ese catálogo, eres capaz de proporcionar servicios basados en esa información. Por ejemplo, de riesgo de colisión de un objeto de basura espacial con un satélite que tengas en vuelo, de reentrada de un satélite que vaya a reentrar en la atmósfera, servicios de fragmentación.

¿Ya está completamente instalado y operativo?

Sí, plenamente operativo. Es muy interesante porque hemos desarrollado sensores que son, digamos, movibles: el de Canarias lo integramos por completo en Puertollano. Una vez integrado, cogimos, lo pusimos en un camión y luego en un barco. En Canarias lo único que hacer es coger el telescopio, ponerlo, o sea, como va con todo, con la estructura, con el shelter, es ponerlo allí y simplemente darle energía. Y el sistema de comunicaciones ya está, la instalación fue en muy poquitos días, eh. Luego, evidentemente, en cada sitio lo más complejo es calibrar los sensores. Esa es una tarea que además Deimos tiene muchísima experiencia. La calibración se ha hecho directamente allí, fuimos allí a Canarias y en muy poquitos días lo teníamos operativo.

Nuevo telescopio de vigilancia espacial. Firma: Ejército del Aire y del Espacio

Y para cerrar ese punto: ¿el uso es dual, de Defensa y astronómico? ¿Cómo conviven esos mundos?

Generalmente, estos sistemas tienen una aplicación dual, para una parte civil y otra militar. Del telescopio instalado en Canarias nosotros vamos a obtener datos que, en parte, van a ser utilizados por el Ejército del Aire y otra por Deimos, directamente. Lo que suele ocurrir es que los clientes militares necesitan sistemas más de seguridad. Por ejemplo, el Ministerio de Defensa portugués compró un sistema, que es una réplica de lo que tenemos desplegado nosotros, para ellos operarlo directamente en Portugal. Les instalamos cuatro telescopios con toda la cadena de procesado. O sea, le vendes el producto y también le puedes vender el servicio, pero, yo lo entiendo, los militares prefieren tener capacidades propias.

Es imposible hablar de Deimos sin pensar en Miguel Belló, uno de sus fundadores. ¿Qué opinión te merece su salida del Perte Aeroespacial y de la Agencia Espacial Española?

Yo le tengo grandísima estima profesional y personalmente, fue mi jefe desde 1997 hasta 2019. Es un profesional de primerísimo nivel, que lleva toda su vida trabajando en el sector espacio, una experiencia abrumadora, espectacular. No se me hubiese ocurrido una persona más competente y acertada para llevar el Perte Aeroespacial y los inicios de la Agencia que Miguel Belló. A pesar de todas las complicaciones, ya la gran mayoría de proyectos e iniciativas están publicadas o solicitadas. Luego, la creación de la Agencia Espacial Española ha sido un reto muy importante porque la idea era alinear y coordinar todos los esfuerzos nacionales en materia de espacio y había muchos ministerios implicados. Ahí, Miguel también ha hecho una labor muy importante, de aunar esfuerzos y encontrar puntos en común y acuerdos entre distintos ministerios que tienen distintas sensibilidades, intereses, etcétera.

Pero, al haber un vínculo tan estrecho entre Deimos y Belló, ¿no había un potencial conflicto de interés mientras estaba a la cabeza del Perte y de la Agencia? 

No había ningún problema. Miguel, en ese sentido, y creo que el resto de la industria española lo puede confirmar, es una persona tremendamente ecuánime que lo que ha mirado es por por el bien de la industria española. O sea, no había ningún conflicto de interés. Primero, porque Miguel ya no tenía ninguna relación con Deimos, de ningún tipo, más allá de una amistad, como puede haber, yo qué sé, con ministros, altos cargos y funcionarios. Es lo normal. Pero, vamos, es que Miguel era amigo prácticamente de, por ejemplo, todos los directores de todas las empresas.

No alcanzó a estar libre mucho tiempo, Orbex lo fichó rápidamente...

En ese sentido, es una gran pérdida para la Agencia Espacial Española y para España. Es un profesional de primer nivel, una persona con una experiencia extraordinaria. Como sabes, se ha ido a una empresa britanicodanesa, a ser el presidente de Orbex, una iniciativa de desarrollo de pequeños lanzadores. Y lo mismo también, cuando eres un alto cargo del Estado, pues tienes también ciertas incompatibilidades. Miguel ha dejado la Agencia y está en una empresa extranjera con la que desde su puesto no ha tratado en absoluto, ¿entiendes? Creo que ha sido un corte muy limpio.

Por último, ¿cuáles son los retos de la Agencia Espacial Española ahora?

El reto es que pueda ser plenamente operativa. O sea, ahora ya está fundada, pero es que la incorporación de personal clave formalmente, por ejemplo, no se ha producido hasta principios de este año. En esta transición, mucho personal del CDTI, que tiene una experiencia enorme en el sector espacial y que llevaba todos los programas con la ESA, desgraciadamente se ha perdido. Otros han pasado, pero mucho de ese conocimiento se ha perdido. Lo que necesitamos ahora es que se ponga en funcionamiento y hay que dotarla de más recursos humanos, de ese personal que se ha perdido, una experiencia muy compleja, que lleva muchos años y hay que reemplazarlo. Y que sea operativa desde un punto de vista jurídico y de presupuesto, pues todavía no tiene desplegadas todas las capacidades para poder efectuar sus funciones de una manera ágil.