A la misión Peregrine le quedan menos de dos días de vida debido a una fuga de propelente. La compañía estadounidense Astrobotic ha publicado diversas actualizaciones de su estado, donde explican que han priorizado la ciencia y datos que puedan capturar por sobre la opción de un alunizaje controlado, uno de sus principales objetivos.
Se frustra, de esta manera, uno de los hitos clave de este 2024 en cuanto a la exploración espacial y el regreso a la Luna, a más de medio siglo del fin del proyecto Apolo de la NASA. De hecho, el propio administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, valoró el "éxito" del funcionamiento del lanzador Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) y destacó que "nuestro país cuenta con más herramientas para explorar el espacio".
En paralelo, desde las redes sociales oficiales de la Agencia se ha manifestado que están trabajando con Astrobotic para identificar el origen del problema y evaluar cómo afecta a las investigaciones científicas que se debían realizar en el espacio. En ese sentido, se espera que cuatro copias de las cargas útiles a bordo de Peregrine viajen en vuelos futuros, incluido el conjunto de retrorreflectores láser, el sistema de espectrómetro volátil de infrarrojo cercano, el sistema de espectrómetro de neutrones y el espectrómetro de transferencia lineal de energía. El espectrómetro de masas con trampa de iones peregrinos no se encuentra actualmente en un vuelo futuro de la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services).
El administrador asociado adjunto de Exploración en la Dirección de Misiones Científicas, Joel Kearns, agregó que "este modelo de servicio de entrega es una novedad para la agencia y, con algo nuevo, existe un riesgo mayor. La NASA se compromete a apoyar a nuestros proveedores comerciales mientras navegan por la difícil tarea de enviar ciencia y tecnología a la superficie de la Luna".
Primera imagen espacial
Pese a los inconvenientes con el combustible, la nave fue capaz de enviar imágenes espaciales. Según detalla el registro, la cámara utilizada está montada encima de una plataforma de carga útil y muestra el aislamiento multicapa (MLI) en primer plano. Dicha alteración es la primera pista visual que se alinea con los datos de telemetría que apuntan a una anomalía en el sistema de propulsión.