2024 promete ser un año marcado por la exploración lunar. De hecho, el proyecto Artemis de la NASA marca la hoja de ruta para el regreso a la Luna, después de más de medio siglo de la última misión tripulada, el Apolo 17 en 1972. En ese sentido, Airbus acaba de probar con éxito las patar el módulo Griffin de la nave espacial Peregrine de Astrobotic, que se lanzará a comienzos de 2024 en el marco de la iniciativa Commercial Lunar Payload Service (CLPS) de la NASA.
La compañía francesa fue responsable del diseño, fabricación y calificación del sistema que absorberá el impacto y estabilizará al vehículo para permitir una llegada segura a la superficie lunar. En un banco de pruebas de Astrobotic, una de las patas fue sometida a ensayos de fricción cuasiestáticos y a más de diez tests de caída que cubren "una amplia gama de condiciones en terrenos blandos y duros".
Los datos recopilados durante las pruebas se utilizaron para correlacionar los modelos para la simulación multicuerpo. A ese respecto, el líder del equipo de Misiones Robóticas y Futuras de Airbus en Bremen, Torsten Vogel, comentó que "con estos datos podemos respaldar analíticamente la calificación del mecanismo mediante pruebas. También se evaluarán estadísticamente para proporcionar probabilidades de éxito del aterrizaje para diferentes características del lugar de aterrizaje, teniendo en cuenta rocas, pequeños cráteres y pendientes”.
Airbus, por su parte, está aprovechando esta experiencia para las actividades del módulo de aterrizaje Argonaut que forma parte del acceso independiente de Europa a la Luna. En paralelo, también está apoyando al equipo Rosalind Franklin de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el dimensionamiento de un sistema de aterrizaje que se diseñará y fabricará para la misión ExoMars, para la que la empresa construyó el róver de Marte.