El español Pablo Álvarez regresó a Houston para llevar a cabo su décimo entrenamiento en el Neutral Buoyancy Lab (NBL) de la NASA. El astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) indicó en su cuenta de la red social X que si bien el entrenamiento en el NBL no es sencillo, su motivación sigue en ascenso. “Aunque es duro, cada sesión me prepara mejor para enfrentar las condiciones de microgravedad. Estoy emocionado por lo que viene”, dijo.
Según comentó Álvarez, la semana pasada se enfrentó al desafío de reemplazar una bomba del sistema de control térmico, un componente que pesa cerca de 350 kg. "Reemplazar una bomba de ese tamaño no es tarea fácil, pero cada desafío me acerca más a mi objetivo de trabajar fuera de la Estación Espacial Internacional (ISS). Este entrenamiento es fundamental para mi preparación”, indicó.
Durante la sesión, que duró seis horas bajo el agua junto al astronauta Luca Parmitano, el astronauta también practicó el enrutamiento de cables, una habilidad esencial para las futuras caminatas espaciales.
Con cada experiencia en el NBL, Pablo Álvarez se acerca más a cumplir a su meta de realizar misiones en el espacio.
El español se graduó como astronauta hace aproximadamente un año, junto a sus compañeros Sophie Adenot, Rosemary Coogan, Raphaël Liégeois y Marco Sieber, tras completar con éxito la formación básica en el Centro Europeo de Astronautas en Colonia (Alemania).
Pablo Álvarez es licenciado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad de León (España) y se graduó con un máster en Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Politécnica de Varsovia (Politechnika Warszawska) en 2011. Además de su lengua materna (español), Álvarez habla con fluidez inglés, polaco y francés.