La Asociación Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) anunciaron el despliegue de prueba exitoso de una matriz solar de cinco paneles para alimentar el satélite meteorológico GOES-U. Serán suficientes para proporcionar energía a toda la nave.
El GOES-U es el cuarto y último de la serie GOES-R, que forma parte de la colaboración de la NASA con la NOAA para construir y lanzar satélites encargados de monitorear el clima, lo que proporcionan datos esenciales para los pronósticos y avisos meteorológicos, la detección y seguimiento de fenómenos como incendios o erupciones, así como el análisis de la actividad solar.
La empresa Lockheed Martin ha sido la encargada de desarrollar la estructura de cinco paneles solares, con una capacidad de 5 kW, suficiente para que una casa tipo pueda disponer de un sistema de aire acondicionado. Cada panel tiene una longitud de cuatro metros de alto por cuatro metros y medio de ancho, con un peso de 45 kilos.
Los ingenieros previamente han simulado el despliegue en tierra y bajo un entorno de gravedad cero. En la situación real, los paneles se desplegarán en una sola ala que rotará una vez al día, apuntando siempre hacia el sol. El proceso se efectuará una vez que el satélite esté en órbita. Hasta entonces, los paneles estarán plegados para su protección y garantizar una aerodinámica adecuada para dicha maniobra orbital.
La NASA sigue apostando por la energía solar
La NASA lleva años usando la energía solar para alimentar e impulsar sus naves espaciales y satélites y seguirá siendo protagonista en sus nuevas misiones. Un ejemplo destacado fue Psyche, que toma su nombre del asteroide al que se dirije, a 1.500 millones de millas de la Tierra. La nave fue lanzada por la agencia espacial americana en agosto de 2022. Una nave que tiene el tamaño de una pista de tenis pero que gracias a sus enormes paneles solares de 7,1x7 metros puede servirse del astro rey para alimentar sus dispositivos de medición y su sistema de propulsión.
Según la NASA, es el mayor conjunto solar desplegado. Un año antes, la agencia norteamericana lanzó el mayor y más sofisticado telescopio espacial, el Webb. Cuenta también con un cojunto solar notable (paneles de 6 metros), aunque su consumo es increíblemente bajo, al necesitar solo un kilowatio para alimentarse, no más de lo necesario para calentar la comida en un microondas.