Los científicos de la NASA consiguen alargar la vida a la nave Voyager 2 al menos hasta el 2026 cuando inicialmente pensaban que sólo duraría este año. Para conseguirlo, se mantendrán encendidos los instrumentos científicos de la Voyager 2 algún año más de lo pensado, lo que permitirá aún más revelaciones del espacio interestelar.
En 1977 se lanzaron las naves Voyager 1 y 2 y su energía ya se está agotando. El motivo es que cada año que pasa los generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), que transforman el calor del plutonio en electricidad, se van haciendo viejos y, con el tiempo, no pueden producir la misma cantidad de energíaque cuando eran nuevos. Esa pérdida de energia es la que determina la vida útil de la nave.
No obstante, gracias a la pequeña reserva de energía que las naves atesoraban para un caso de emergencia y apagando calentadores y otros sistemas menos esenciales, aguantarán más tiempo.
Alargar la vida de las Voyager 1 y Voyager 2 es de gran importancia para los cietíficos, ya que mediante la información que envían a la Tierra a la Tierra, los científicos pueden resolver preguntas acerca de las radiaciones o la forma de la heliosfera.
La científica del proyecto Voyager de la NASA, Linda Spilker, afirma que los datos científicos que las Voyager están devolviendo "se vuelven más valiosos cuanto más se alejan del Sol, por lo que estamos interesados en mantener la mayor cantidad de instrumentos científicos en funcionamiento el mayor tiempo posible".
Para mantener las naves en viaje el máximo de tiempo posible, un equipo de ingenieros está motorizando el voltaje de ambas, para que, de tanto apagar y encender para ahorrar, algún instrumento esencial sufra las consecuencias. Todo esto, se ha puesto en marcha en la Voyager 2 y, si sale bien, lo aplicarán también a la Voyager 1.