Agua en la Luna: China descubre una reserva de 270.000 millones de toneladas

La sonda chin a Chang’e 5 llegó a la Luna a principios de diciembre de 2020. Tras una misión de solo un día lunar -dos semanas terrestres- recogió muestras de cristales de hielo del noroeste del satélite. Para ello, utilizó un brazo robótico, y después trajo las muestras de vuelta. 

El análisis de las muestras de la sonda, las primeras que se recogen en la Luna desde la misión soviética Lunik 24 en 1976, ha desvelado una inmensa reserva de agua de unas 270.000 millones de toneladas. La cifra es considerable teniendo en cuenta que la NASA estimó en 2010 que en el Polo norte lunar había unos 600 millones de toneladas.

La nave china se dirigió en su lanzamiento al Oceanus Procellarum, u océano de tormentas, una gran mancha oscura que se puede ver desde la Tierra. Allí, cerca del monte Rümker, China ha conseguido encontrar una de las claves para las futuras misiones a la Luna, que servirán de ensayo para las primeros viajes tripulados a Marte, pues el agua, ahora en forma de hielo, facilitará a los futuros astronautas mantener bases permanentes en el satélite. 

¿Dónde está el agua?

Dichas reservas de agua congelada se encuentran en los polos lunares, en zonas permanentemente a la sobra, que las protege del calor del Sol; sin embargo, fue precisamente esta estrella la encargada de crear el agua lunar, gracias al viento solar, rico en hidrógeno con carga positiva, que penetra en los vidrios y se combina con el oxígeno presente. Cuando la temperatura es suficientemente alta, por la radiación solar, dichos cristales pueden liberar parte de su carga de H2O.

La Luna se formó, probablemente, después de un gran impacto sobre la Tierra por parte de un meteorito del tamaño de Marte. Así, la Luna sería un pedazo de Tierra primigenia, de hace unos 4.000 millones de años, que permanece orbitando el planeta desde entonces.

Tras el impacto, la Luna era una gran bola de fuego, incompatible con la presencia de agua; sin embargo, algunas misiones apuntan a que asteroides podrían haber llevado el agua a la Luna. De hecho, el estudio publicado por científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS) junto a dos investigadores europeos, asegura que la clave del origen del agua en la Luna está en las muestras recogidas por Chang’e 5 el noroeste del satélite.

Las muestras contienen vidrios de impacto, que posiblemente se crearon a altas temperaturas tras el choque de meteoritos a lo largo de la historia de la Luna. Según el estudio, los vidrios contienen pequeñas cantidades de agua.

Constantes bombardeos

El científico planetario chino Sen Hu, coautor del estudio, explica que "la Luna está sometida a un bombardeo constante de impactores -por ejemplo, micrometeoroides y grandes meteoroides- que producen perlas de vidrio de impacto durante eventos de calentamiento instantáneo de alta energía".

Hu asegura que el contenido de agua en los cristales llega a los 2.000 gramos por cada tonelada de suelo: "En la Luna los impactos de meteoritos son muy frecuentes y suceden por todo el satélite, con lo que los vidrios están repartidos por toda su geografía, desde el ecuador a las regiones polares".

Los últimos estudios revelan que los picos de producción de dichos cristales coinciden en el tiempo con épocas de un gran bombardeo de meteoritos durante los últimos 2.000 millones de años. 

De cara a estudiar estas fuentes de agua, la Agencia Espacial Europea (ESA) enviará a la Luna la misión Prospect para taladrar el suelo lunar del Polo sur, recoger muestras y calentarlas hasta los 100 grados para estudiar los compuestos volátiles presentes. La Agencia explica que "esto pondrá a prueba los procesos que podrían aplicarse para la extracción de recursos en el futuro".