Investigadores del Centro de Astrobiología (CAB) español han descubierto una estructura de lava que se formó hace 59 millones de años en la región de Echus-Chasma, en Marte.
Bajo dicha capa "se preservan aún reflectores del material que existía entonces en la superficie del planeta". Además, cerca de la colada, explica el CAB, "se ha localizado un tubo de lava abierto a la superficie".
La región de Echus-Kasei, donde se encuentra Echus-Chasma, ha sufrido diferentes episodios volcánicos, así como episodios fluviales y glaciales, a lo largo de la época amazónica, el periodo que abarca entre hace 1800 millones de años y el presente en la historia del planeta.
Un equipo de investigadores del CAB ha descubierto en dicha región una estructura de lava que se formó hace aproximadamente 59 millones de años, con un margen de error de cuatro años. La plataforma de lava se encuentra a una altura de 80 metros sobre la superficie circundante y conserva algunos respiraderos que se formaron durante el enfriamiento de la colada.
Bajo la capa de lava "aún se preservan reflectores del material que existía entonces en la superficie del planeta". El estudio sugiere que dichas coladas "fueron formadas por flujos de lava que condensaron en una roca volcánica altamente porosa".
La porosidad, explica el CAB, "podría deberse a la desgasificación inherente del magma o bien a los volátiles proporcionados por un material subyacente, rico en agua, previamente existente en el fondo de EchusChasma".
El análisis
El descubrimiento se ha hecho a partir del análisis de las mediciones del instrumento SHAllow RADar (Sharad), a bordo del Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, sobre la colada de lava. Los datos "muestran la presencia de reflectores subterráneos, a una profundidad de entre 35 y 79 metros en cinco de los 27 radagramas de Sharad analizados.
Por otra parte, unos kilómetros más al norte, se han localizado otros reflectores subterráneos a una profundidad de unos 30 metros y una larga cadena de pozos formada por el colapso de un tubo de lava. Los tubos de lava, y las cuevas, explica el CAB, "son regiones de especial interés en Marte, ya que presentan condiciones ambientales muy diferentes a las de la superficie y podrían permitir su habitabilidad actual y facilitar la exploración humana".
Para detectar un tubo de lava abierto en Marte a través de observaciones realizadas desde satélites, "es necesario que las aperturas sean lo suficientemente grandes para que no hayan sido cubiertas por polvo y que el evento volcánico sea reciente, para que las estructuras estén bien conservadas".
Los entornos subsuperficiales que han quedado cubiertos por lava podrían constituir un refugio geológico para la vida. El estudio de estas regiones formadas durante el final del período denominado Amazónico "es de gran interés para la astrobiología y la futura exploración humana, ya que datan del último período en el que el planeta todavía experimentaba una intensa actividad volcánica en regiones que anteriormente estaban extensamente cubiertas por agua".