La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado que, debido a los retrasos en el desarrollo de su cohete, el Ariane 6, y la interrupción de la colaboración con los cohetes Soyuz de la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos), recurrirán a los cohetes Falcon 9 de la empresa estadounidense SpaceX para dos de sus lanzamientos previstos para 2023 y 2024.
Euclid será la primera de las misiones que se lanzarán mediante los Falcon 9, la misión está prevista para 2023 con el objetivo de estudiar los procesos de expansión del universo. La segunda misión ha sido bautizada como Hera y estudiará los efectos del impacto de la nave DART en el asteroide Dimorphos.
El director general de la ESA, Josef Aschbacher, ha asegurado que se trata de "una medida temporal". La agencia europea ha tratado de buscar su independencia de los lanzadores norteamericanos con la fabricación del Ariane 6, sin embargo, su desarrollo no ha llegado a tiempo para sustuir al último de los Ariane 5. El lanzador se encuentra actualmente ensamblado en la plataforma de lanzamiento del Puerto Espacial Europeo de la Guayana Francesa. El primer despegue, por ahora, está programado para alguna fecha aún por determinar de 2023.
Sanciones a Rusia y la aparición de Elon Musk
Desde el inicio de la guerra de Ucrania, la ESA cortó sus relaciones con Roscosmos. Las misiones que estaban programadas con los cohetes Soyuz tuvieron que posponerse y, desde la ESA, se comenzó a buscar alternativas. Desde el primer momento, el fundador de SpaceX, Elon Musk, ofreció los servicios de sus lanzadores Falcon 9 tanto a la ESA como a la NASA.
No es la primera vez que la agencia europea recurre a SpaceX para sus lanzamientos, ya en 2020 se empleó una de sus naves para el transporte a órbita de uno de los satélites de la misión Copérnico.