Como consecuencia del Covid-19, la competitividad y la digitalización están transformando la industria aeroespacial y de defensa. Uno de los impactos más notable ha sido una reducción de la demanda de aviones comerciales, mientras que, en el área de defensa, más directamente asociada a los contratos públicos a largo plazo y a las prioridades de la defensa nacional, no se ve tan afectada. Además, los gobiernos de todos los países están acelerando los pedidos a la industria como palanca para proteger el talento, a la vez que se mantienen unas capacidades que se han demostrado fundamentales tanto para el mantenimiento de la soberanía como para conservar una industria innovadora y exportadora.
La industria ya había adaptado los modelos de negocio a las tecnologías digitales, mejorándolos productos y servicios, impulsando la eficiencia y aumentando el rendimiento de la cadena de suministro. Esta tendencia continuará y se acelerará en los próximos años.
Más del 90% de los directivos de la industria aeroespacial y de defensa consideran que el ritmo de innovación en sus organizaciones se ha acelerado en los últimos tres años debido a las tecnologías emergentes. Pero ahora están aún más convencidos que será la única forma de salir reforzados. Un estudio reciente elaborado por Accenture revela que “Cloud” es un claro imperativo que las empresas deben abordar ahora para ajustar y flexibilizar el presupuesto en Tecnologías de la información, acelerar la innovación, descubrir su potencial a futuro y aumentar la eficiencia de las empresas. Sin embargo, sólo el 54% de las empresas del sector han definido un nuevo modelo operativo de tecnologías de información que se adapte a los requerimientos de la “nube”, y extraiga todo su beneficio. A medida que las plataformas e infraestructuras de software empresarial maduran, se añaden más características a los sistemas de información heredados y la complejidad aumenta. Pero los desafíos de las compañías cambian con rapidez, los requisitos de sus clientes son cada vez más complejos y variables. Y el tiempo para responder a esos requisitos se reduce cada vez más.
Para poder superar estos desafíos y avanzar, las empresas del sector aeroespacial y de defensa deberán moverse decididamente a la “nube”. La buena noticia es que muchas están haciendo planes para llevarlo a cabo de una forma acelerada. Dos tercios dicen que ya han hecho una planificación formal y un análisis de las aplicaciones heredadas para la migración a la nube, y más de la mitad tienen una estrategia de modernización de las aplicaciones. El 86% de las empresas aeroespaciales y de defensa han evaluado las soluciones de IaaS (“infraestructura como servicio”) de forma que puedan flexibilizar el Capex y reducir las tensiones de tesorería en el corto plazo. Pero sólo la mitad han identificado una solución elegida en este momento. Claramente hay más trabajo por hacer. Los beneficios que las empresas están obteniendo hoy en día de la “nube” son mucho más amplios que simplemente utilizar la “infraestructura como un servicio”:
La nube permite acceder a servicios del internet de las cosas -IoT-, de aprendizaje automático, de inteligencia artificial y de realidad aumentada, entre otros, que aceleran la digitalización industrial, reduciendo la complejidad, aumentando la eficiencia y ahorrando costes.
A su vez, estos aceleradores tecnológicos posibilitan la creación de valor adicional para el producto aeroespacial y de defensa -ya sea un avión, un barco, un satélite o cualquier otra plataforma aeroespacial o de defensa- basado en la explotación de datos obtenidos durante la operación del mismo. La gestión masiva de datos posibilitada por la nube –cloud- dota de una capacidad de análisis sin precedente que permite incrementar los tiempos de disponibilidad del producto.
La nube es una herramienta esencial para facilitar la colaboración a escala en los diferentes niveles de la cadena de suministro. La capacidad de integrar y compartir información en tiempo real en entornos complejos y distribuidos es clave para optimizar tanto los flujos logísticos como los de información de ingeniería.
Por otra parte, los servicios asociados a la tecnología en la nube son aceleradores de soluciones tecnológicas aplicables a la cadena de suministro y a las funciones de soporte. Conceptos como “DevOps o Agile” se apoyan en la tecnología de la nube para reducir los tiempos de creación de entornos de innovación tecnológica en más de un 90%, y facilitan la integración de equipos distribuidos pluridisciplinares.
La nube es una herramienta clave para la resiliencia de los negocios. Durante la actual pandemia de Covid-19, las empresas aeroespaciales y de defensa han escalado rápidamente el uso de tecnologías de colaboración remota basadas en la nube, como la videoconferencia, las herramientas colaborativas, el intercambio de información de ingeniería o producción- para mantener la actividad productiva y conservar intactas las funciones empresariales críticas, al tiempo que han desplazado de forma segura y eficiente a un gran número de trabajadores a entornos de trabajo exclusivamente remotos.
Tal vez lo más importante para las empresas aeroespaciales y de defensa es que los proveedores de “cloud” de hoy en día puedan ofrecer un nivel de seguridad más completo que las propias empresas. Mediante el uso de plataformas en la nube, combinadas con una seguridad integrada en toda la cadena de suministro de TI, las empresas pueden asegurar sus datos críticos mucho más allá de las prácticas tradicionales de seguridad. Es una cuestión de confianza, como ya hace muchos años pasaba con los bancos. Hoy en día, todos tenemos muy claro que nuestro dinero se encuentra más seguro en los bancos, con masa crítica y capacidad para implantar medidas de seguridad a la altura de las circunstancias, que en nuestros hogares.
Mientras que los procedimientos establecidos para salvaguardar los datos aeroespaciales y de defensa -que a menudo implican contratos gubernamentales e información sensible de seguridad nacional- hacen que algunos directivos del sector aeroespacial y de defensa duden en adoptar las capacidades de seguridad integrada de la nube,…el 60% de las empresas aeroespaciales y de defensa todavía esperan una mejor seguridad en la nube. Pero ya tenemos muy buenos ejemplos donde los grandes proveedores de servicios en la nube están “garantizando” los niveles de seguridad requeridos. Adicionalmente, la adopción de estrategias tecnológicas “multi-nube” permite añadir un componente de independencia tecnológica a largo plazo, incrementar la resiliencia de las infraestructuras tecnológicas y mejorar la capacidad de integración de las empresas en un ecosistema rápidamente cambiante.
Para cosechar los beneficios de moverse a la nube, hay que moverse rápida y decisivamente, considerando, además, cinco pasos clave a medida que se avanza:
Desarrollar un análisis de negocio y un plan específico para la adopción de la nube en toda la empresa, desde una perspectiva de negocio (integración de cadena de suministro, mejora de disponibilidad del producto basada en datos, etc.) Asegurar los niveles de seguridad requeridos, segmentados por cada tipo de información y/o proceso. También los “niveles de soberanía” requeridos por los diferentes países. Crear un modelo operativo de Tecnologías de la Información que integre la nube, asegure tanto los niveles de seguridad requeridos y como la independencia tecnológica a largo plazo a través de entornos multi-nube. Asegurar que los sistemas puedan funcionar durante una interrupción o crisis importante con un impacto mínimo en los procesos comerciales y operacionales críticos. Identificar y fomentar el talento dedicado a trabajar en este nuevo entorno multi-nube.