En septiembre de 2021 se ha publicado el documento de la estrategia nacional sobre espacio que se ha preparado en Reino Unido. Un documento que recoge las líneas maestras de lo que pretende ser, como su propio nombre indica, la estrategia a seguir por el país vecino en la etapa post-brexit en los asuntos referidos al espacio.
Es evidente el alto valor, crítico, según el común de las definiciones, que el entorno espacial tiene en la actualidad, tanto en el ámbito de los objetivos nacionales de cualquier país, como en el comercial para el cada vez mas creciente número de empresas y actores involucrados en su desarrollo.
Por tal motivo y por lo que de él podemos extraer como conclusiones aplicables al caso propio, considero interesante hacer un breve resumen de los puntos mas importantes de dicha estrategia, no siendo objeto del presente artículo ponerlo en relación, por ejemplo, con la estrategia de seguridad aeroespacial española o los planes estratégicos que algunos sectores elaboran, si bien será inevitable hacer alguna referencia comparativa a nuestra realidad en España.
No deja de ser relevante que, en las palabras preliminares del Premier británico Boris Johnson, ya aparecen conceptos como talento, entusiasmo, creación de puestos de trabajo y búsqueda de soluciones a problemas de la tierra. No hay que olvidar que lo que se hace en el espacio repercute directamente en la Tierra y el bienestar de sus habitantes. A estas palabras se unen las de los Secretarios de Estado de Defensa y Negocios, Energía e Industria en términos concurrentes, poniendo de relieve el carácter inspirador de las actividades espaciales y la necesidad de crear el adecuado ecosistema para el desarrollo de actividades, todo ello en conjunción con la Agencia Espacial del Reino Unido y el recientemente creado UK Space Command.
Entrando en materia, se pone de relieve el citado papel crítico del espacio en nuestros días, con una economía creciente ligado a él y con aspectos muy relevantes en materia de prosperidad, ciencia, tecnología, seguridad, aspectos regulatorios, influencia internacional y diplomacia. Las oportunidades que se vislumbran son significativas, como la existencia de constelaciones satelitales, estaciones espaciales comerciales, turismo espacial, puertos espaciales y lanzadores. También, se pone de manifiesto la existencia de adversarios que deben ser tenidos en cuenta.
Cinco son las metas que se establecen dentro de la estrategia a seguir:
(i)El crecimiento de la economía espacial.
(ii) La promoción de los valores nacionales.
(III) El mantenimiento de un liderazgo pionero en descubrimientos científicos que sean inspiradores.
(IV)La protección y defensa de los intereses nacionales en y a través del espacio.
(v) Estar en disposición de dar servicios a los ciudadanos de UK y del todo el mundo en general.
Como puede verse, no tan solo son metas razonables, sino que perfectamente extensibles a cualquier país que cuente con las capacidades requeridas.
Para conseguir esas metas son necesarias una serie de acciones concretas que deben ser implementadas. Las establecidas en la estrategia son las siguientes:
a). - Propiciar un desbloqueo del crecimiento del sector espacial, propiciando un fuerte apoyo financiero, público y privado, establecer una moderna regulación en materia espacial y crear un ecosistema en el que las empresas puedan desarrollar sus actividades de forma eficiente.
b). - Crecer en ciencia y tecnología
c). - Potenciar la colaboración internacional
d). - Desarrollar capacidades y servicios espaciales resilentes, en materia de defensa, lanzadores, puertos espaciales, etc.
Se es muy consciente de que el sector espacial está en una rápida transformación, siendo un escenario congestionado (space debris, constelaciones de satélites, lanzadores, nuevas estaciones espaciales) y a la vez, disputado, tanto de forma pacífica como no tan pacífica. La dependencia del espacio que nuestra sociedad tiene a todos los niveles hace necesario proteger y defender lo que son infraestructuras básicas. Baste recordar, en contexto patrio, la pérdida del satélite ingenio, que nos sitúa en una relación de dependencia respecto a terceros en aspectos muy ligados a seguridad y defensa, siendo deseable que se dispusieran de plenas capacidades, incluyendo las de lanzamiento, para evitar dependencias que siempre van a estar ligadas a intereses geoestratégicos que no siempre va a coincidir con los nuestros.
Las fortalezas que el Reino Unido presenta en su estrategia espacial son las ligadas a la manufactura de satélites, el desarrollo de comunicaciones y la existencia de un nutrido número de profesionales altamente capacitados, todo ello puesto a disposiciones de las tecnologías emergentes en materia espacial como los in orbit services, active debris removal, manufactura de productos en el espacio, acceso privado al espacio y habitabilidad del mismo, soluciones energéticas basadas en el espacio, o el concepto ISRU para utilización de recursos naturales en el espacio.
Es interesante la clara apuesta que se hace por las ppp, o public-private-partnership, o entidades que conjugan la iniciativa privada y la pública, como uno de los motores de desarrollo de actividades espaciales. Propiciar el acceso a las finanzas, a los seguros, adaptando un sistema legal que limite tanto las garantías como la responsabilidad de los operadores que, de existir una responsabilidad ilimitada, difícilmente tendrían acceso a estas actividades. Igualmente, relevante es, sin ningún tipo de complejo, como entiendo debe ser, la plasmación de la estrecha relación que se plantea con los organismos de Defensa y Seguridad, siendo claro y evidente el modelo de éxito que en países de nuestro entorno cultural dicha alianza proporciona. En este sentido operan el Defense Space Portfolio y la reciente creación del UK Space Command.
La colaboración internacional se entiende básica, el alcance y complejidad de determinadas actividades espaciales hacen del todo inasible que un solo Estado pueda aspirar a conseguirlas. El espacio es el paradigma de la colaboración y ello debe extenderse a todos los niveles.
Asimismo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología es, a su vez, un motor y un objetivo, por la repercusión que tiene en la formación de investigadores, el sistema educativo, los negocios y la creación de instalaciones e infraestructuras. Se enumeran un conjunto de capacidades que se consideran prioritario obtener: comunicaciones por satélites; observación de la Tierra; labores de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; disponer de plenas capacidades para ejercer acciones de mando y control; navegación; disponer de capacidad propia de lanzamiento orbital; poder disponer de servicios en órbita; y disponer asimismo de lo que se denomina space domain awareness aplicable a diferentes conceptos como puede ser la gestión de desechos espaciales o la protección planetaria.
Todo ello va encaminado a unos fines concretos, que son, sin duda el desarrollo de las metas genéricas que contábamos al inicio: el capturar el mercado europeo de lanzadores de pequeños satélites y su manufactura, disponiendo al efecto de lanzadores y puertos espaciales en suelo británico; luchar contra el cambio climático en base a los datos proporcionados por los satélites; promover la innovación en materia de inteligencia artificial, robots, nuevos materiales, computación; expandir horizontes por medio de la ciencia y la exploración,; desarrollar los clúster aeroespaciales como herramientas básicas, disponiendo para ello del adecuado ecosistema empresarial y regulatorio; liderar un espacio sostenible, proporcionar servicios públicos en beneficios de todos; disponer de plenas capacidades en defensa y seguridad; inspirar a futuros profesionales y modernizar el sistema de transporte.
Para todo ello se establece un plan temporal a los efectos de que sea implementado, en diferentes fases, hasta el 2030. La organización gubernamental para llevar a cabo dicha estrategia es el National Space Council, creado en 2019 y que integra un variopinto número de ministerios y organismos, incluyendo la propia Agencia Espacial del Reino Unido. No puede por menos que recordarme la Comisión interministerial creada en España a tal menester y de la que pocas noticias se han vuelto a tener desde las reuniones iniciales.
Como puede verse, el Reino Unido, que en otras épocas de la historia se desempeñó notoriamente en la exploración del planeta Tierra, propiciando a su vez su propia expansión económica, desarrollo científico y tecnológico, (con las luces y sombras propias de las épocas a las que nos referimos y de la que no somos ajenos, para lo bueno y lo no tan bueno, mas de un país) ha decidido claramente hacer lo mismo con el nuevo ámbito que se nos plantea, el espacio.
He dejado intencionadamente para el final una referencia que, en la introducción a la estrategia, hace el primer ministro británico respecto a las intenciones de desarrollarla, promoverla y llevarla adelante: concretamente a que, y cito textualmente, “this goverment has the Right Stuff”. Según algunas traducciones nos referiríamos a que el gobierno tiene las cosas claras, si bien no hay que obviar que, colocadas intencionalmente en mayúsculas y haciendo referencia tal vez al espíritu pionero del proyecto Mercury, igual nos estamos refiriendo a lo que hay que tener, en referencia al coraje, impulso y decisión para afrontar los retos que el espacio nos depara.