A principios de septiembre el consorcio ruso Rosoboronexport anunció que el ansiado despegue del satélite español Paz tendría lugar en diciembre, tras meses de retrasos, sin embargo este año acabará, como adelantó Infoespacial, con nuevo aplazamiento y sin fecha confirmada para la puesta en órbita en 2016.
El satélites se encuentra desde hace meses en las instalaciones en Barajas de Airbus Defense and Space, contratista principal, a la espera del visto bueno de Rusia para su traslado al puerto espacial de Yasni, donde despegará a bordo de un cohete Dnepr-1. De hecho, los ingenieros de Hisdesat, operador del satélite, ya trabajan en las centro de lanzamiento ruso en el software del equipo y en las tareas técnicas previas a la puesta en órbita.
Tanto Airbus DS como Hisdesat están preparados para entregar y comenzar a operar el Paz, pero la asignación de la fecha están en manos de las autoridades militares rusas, lo que la hace más difícil la decisión ante un escenario internacional convulso, en el que Rusia tiene varios frentes abiertos.
El satélite Paz forma parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (PNOTS), junto con el Ingenio, que se encuentra todavía en fase de construcción. Este proyecto presentado por los ministerios de Defensa e Industria en 2007 pretende acabar con la dependencia en otros gobiernos y empresas privadas para la adquisición de imágenes por satélite.
El satélite óptico Ingenio está gestionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), en el marco de los programas de la Agencia Espacial Europea (ESA) y proporcionará imágenes pancromáticas de una resolución de 2,5 metros y multiespectrales de 10 metros. Por su parte, el satélite radar Paz, basado en la plataforma alemana TerraSAR-X, estará gestionado por el Ministerio de Defensa, a través de Hisdesat e INTA. Este aparato tendrá un marcado carácter dual, dando servicio tanto a usuarios de seguridad y defensa.
Participación SST
Dejando a un lado los contratiempos con el Paz, la industria española consiguió a través del CDTI una presencia notable en el programa Space Surveillance Tracking (SST), un proyecto de la ESA para la vigilancia del espacio en el que participan España, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia.
El SST, mediante un sistema de telescopios ópticos, detectará los objetos que orbitan la Tierra para evitar colisiones entre satélites y la basura espacial. En su fase inicial dispondrá de un presupuesto de 70 millones de euros que se incrementará hasta alcanzar previsiblemente los 1.000 millones de euros a partir de 2020, una parte de este jugoso pastel acabará en las empresas españolas.
En el ámbito institucional, la Comisión Interministerial de Espacio, constituida en enero, ha cumplido un año con la vista puesta en la creación de una futura Agencia Espacial Española, que englobe las diferentes instituciones que hoy en día tienen voz en el sector espacial.
En líneas generales, y a falta de cifras oficiales de ingresos, la industria española cerrará 2015 con un panorama en el que la crisis de años pasados está prácticamente superada, gracias en parte a la reactivación de la inversión en los programa de la ESA y a la exportación de productos de alta calidad y competitivos en el mercado internacional. A este respecto, los ultimos datos disponibles reflejan que las empresas del sector alcanzaron en 2014 una facturación de 720 millones de euros, lo que supone un descenso de apenas 10 millones de euros con respecto al año anterior.
Foto: Hisdesat