La Agencia Espacial Europea (ESA) ha dado las cifras de su presupuesto para este año: serán 7.680 millones de euros, lo que significa un recorte de un 2,4% (110 millones) frente a los 7.790 millones que se destinaron en 2024.
Los 23 países miembros de la ESA (Eslovenia se incorpora este año) contribuirán con el 62,6% del presupuesto, es decir, 5.060 millones. El resto del dinero procede de la Unión Europea, la agencia Eumetsat y otras fuentes.
El descenso presupuestario se debe a la reducción de las aportaciones de Alemania, Italia y el Reino Unido, especialmente en el caso de la primera y la última. Entre las tres recortan sus contribuciones en 450 millones. España, signataria inicial del convenio fundacional de la ESA, pondrá de las arcas del Estado 297,4 millones de euros, esto es, el 5,9% de todas las naciones contribuyentes. Esa suma, practicamente la misma que la de 2024, se ajusta al plan de contribución aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 2023 que establecía un techo de 300 millones anuales hasta 2027.
En 2024 la agencia preparó cinco nuevos astronautas, incluido el español Pablo Álvarez Fernández y lanzó 13 nuevos satélites (cuatro de la constelación Galileo, Hera, Proba-3, Sentinel-1C y Sentinel-2C, Arctic Weather Satellite, EarthCARE, PhiSat, YPSat).
La ESA cumple medio siglo en 2025 y el año arranca con grandes desafíos. Tiene 28 satélites operativos, más de 40 misiones en preparación y más de 1.500 contratos que representan el 60% del preesupuesto público espacial europeo. En el primer trimestre se difundirá la Estrategia de la ESA para 2040. También cambian las relaciones ya estrechas con la Unión Europea pues por primera vez existe un comisario europeo de Defensa y Espacio, Andrius Kubilius, y la propia agencia está inmersa en un proceso de transformación de su marco operacional. Y en noviembre se celebrará en Bremen la Conferencia Ministerial (CM25), órgano rector de la ESA que se reúne cada tres años y decide las líneas maestras de las política espacial europea
En su tradicional conferencia de prensa anual, el director general de la ESA, Josef Aschbacher, anunció cinco principales objetivos para 2025 y más allá, objetivos que estarán presentes en el arriba citado documento estratégico.
1.- Proteger nuestro planeta y el clima
Para este año está previsto el lanzamiento de cuatro Sentinels (1-D, 4, 6B y 5), así como el despegue de HydroGNSS Scout (de detección de variables climáticas hidrológicas) y de Earth Explorar Biomass (vigilancia de los bosques). En total, seis plataformas de observación de la Tierra. También se fomentará el actual protocolo Zero Debris Charter, creado para evitar los residuos espaciales y que ya han suscrito más de 140 compañías de 18 países.
2.- Explorar y proteger
En este aspecto se hizo destacable que la sonda BepiColombo acaba de pasar por encima de la superficie de Mercurio por sexta y última vez, enviando fotos espectaculares que parecieran de la Luna. Por otro lado, la nave Euclid, encargada de estudiar la materia oscura y lanzada en 2023, empezará a enviar datos. También se anunció que la misión Smile, para estudiar el viento solar, despegará en el último trimestre.
Fotos de la superficie de Mercurio tomadas por la sonda BepiColombo. Firma: ESA
Aschbacher también citó la misión privada Axiom-4 a la Estación Espacial Internacional (ISS) y el programa Fly! que abre el camino a astronautas con discapacidad física.
En el área de la exploración lunar, está prevista la entrega a la NASA del Modulo Europeo de Servicio ESM-4 de la misión Artemis que tiene la Luna como destino.
3.- Fortalecer la resiliencia y la autonomía europeas
El director general de la ESA adelantó el lanzamiento del cohete Ariane 6.4, la versión más potente del lanzador. También se prevén avances en el desarrollo de propulsores reutilizables como Prometheus y Themis.
En cuanto a navegación, el sistema Galileo alcanzará su capacidad operativa inicial en el tercer y cuarto trimestre.
En cuanto a conectividad segura, se avanzará en la revisión preliminar del diseño del programa IRIS2, recientemente suscrito entre la ESA y la Comisión Europea con un consorcio industrial europeo donde está presente Hispasat.
En cuanto a seguridad civil, se trabajarán en nuevas soluciones y ayudas para gestionar incendios, inundaciones (Aschbacher mencionó expresamente la catástrofe de Valencia), terremotos y otros desastres naturales o provocados por la mano del hombre.
4.- Impulsar el crecimiento y la competitividad
La ESA, ya entendida como un cliente comercial en el nuevo ecosistema espacial, va a apoyar a pymes y a nuevos actores y va a continuar favoreciendo la red BIC (Business Incubators Centers), la más grande de viveros de empresas de toda Europa, así como el ESA Investor Network, formado por fondos y bancos de inversión.
La agencia espacial europea se compromete a reducir hasta el 50% los tiempos de espera hasta la firma de los contratos de licitación, simplificando así los procesos industriales. También se aludió en la presentación a incrementar el uso de la contribución del principio del geo-retorno, que implica todos los fondos aportados por cada país miembro retornan a su industria en forma de contratos.
5.- Inspirar a Europa
La ESA planea arrancar una nueva iniciativa de colaboración con instituciones de educación superior y "continuar ofreciendo a ciudadanos y líderes información u conocimiento fiables sobre le planeta, el clima y el universo".