Pablo Álvarez (ESA): "Si pusiéramos más dinero, el sector sería más grande y nuestras empresas podrían liderar proyectos"

En la primera parte de esta entrevista, Pablo Álvarez comentó sus sensaciones luego de haberse graduado oficialmente como astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA). En esta segunda sección, valora la referencia de Pedro Duque, su amistad con Sara Garcia, quien sigue en la reserva, y valora positivamente el rol que está jugando la industria espacial española.

Viene de Pablo Álvarez (ESA): "Todavía tenemos cosas que aprender antes de ir a Marte"

Eres el primer astronauta español desde Pedro Duque y Michael López-Alegría tiene un origen español. ¿Qué significan ellos para ti?

Eran ídolos desde pequeño, siempre han sido unos referentes. Tomo el relevo con mucho orgullo, pero también lleva consigo una responsabilidad enorme, porque los dos lo han hecho muy bien. Michael López-Alegría es el segundo astronauta con más horas de actividades extravehiculares, es una leyenda en la NASA. Y Pedro Duque es el primer astronauta español de la ESA. Rompió un paradigma, fue el primero en conseguirlo, que también tiene un mérito increíble. No conozco a Michael López Alegría, tengo muchas ganas. Con Pedro Duque sí que he coincidido. De hecho, en el proceso de selección, él era parte del jurado en una de las fases y me entrevistó. Después de la entrevista yo me fui con la sensación de 'bueno, ha merecido la pena llegar hasta aquí sólo por tener esta oportunidad de charlar una hora con él', aunque algunas preguntas intentaban ponerte en la esquina, eran incómodas. Pero salió bien, salió todo muy bien.

¿Has podido hablar con Pedro Duque? Ambos tienen una agenda apretada.

Estamos en contacto y hablamos bastante. Y, además, me ha dado muchísimos consejos de cómo llevar esta vida, de cómo funciona la agencia espacial, el mundo de los astronautas, las relaciones de la NASA, la ESA... En general, consejos basados en su experiencia sobre cómo hacerlo lo mejor posible. Y me lo sigue dando, tengo su número de teléfono y cuando tengo alguna duda le escribo, hay pocas personas mejores que él para poder aconsejarme. Desde la graduación no he hablado, creo que no he tenido tiempo ni de mirar el móvil (ríe).

¿Cómo crees que valoran este hito tu familia, amigos y la gente de León?

Bueno, mi familia ha venido a ver la ceremonia y pudimos celebrarlo ayer un poquito por la noche, estuvimos cenando juntos, y muy bien. Y sí que he recibido muchos mensajes de apoyo de la familia que tengo en España, de mis amigos, de un montón de gente también de mi tierra, así que muy agradecido.

Hasta que fuiste elegido trabajabas en Airbus, ¿cómo evalúas la actualidad de la industria espacial española?

Creo que hay muchísimas empresas en España haciendo las cosas muy bien, el país tiene una capacidad industrial para el sector espacial increíble. PLD o Airbus, donde trabajaba yo, están siendo líderes en el LSTM, el primer satélite de Copernicus que estamos liderando desde España. Hay muchísimas start-ups con ideas buenísimas, tenemos la Agencia Espacial Española (AEE) que se acaba de crear y viene muy bien de cara a tener una única voz con la ESA. Veo muchísimas oportunidades y tenemos que estar ahí para apoyarlas, invertir en el Espacio es invertir en futuro. El sector espacial está creciendo muy rápido y estamos en un momento como quizás Internet hace 20 años, que era el momento de invertir ahí. Si de verdad desde España se apoya a estas empresas espaciales, seremos capaces en 20 años de tener empresas punteras en un sector que va a ser muy, muy grande, que se va a doblar de aquí a diez años, se va a poder implicar de aquí a 20 años. Es el momento de invertir para recoger los frutos dentro de 20 años.

¿Sientes el respaldo de las instituciones públicas de tu país?

Sí, yo me siento respaldado. Para conseguir ser astronauta necesitas las dos patas: tener a alguien que llegue a las últimas fases del proceso de selección, pero también el apoyo del Estado miembro de la ESA. Y desde luego inversiones, al final es evidente. Por ejemplo, Francia, Italia o Alemania, los países más grandes dentro de la ESA, tienen dos astronautas de carrera cada uno. España, en este caso, tenemos un astronauta de carrera y una reservista. Claro que hay una parte, pero el dinero que se invierte en la ESA no es para conseguir astronautas, se invierte porque hay una política de georretorno en la que cada euro que España pone en la ESA vuelve a la industria española. De hecho, vuelve más del que se invierte, tenemos una industria que podría hacer mucho más si se invirtiera más, porque somos muy buenos y ganamos los proyectos. Al final, el límite que tiene la industria española en el Espacio es que hay un techo en ese georretorno. Si de verdad pusiéramos más dinero en la ESA, tendríamos mucho más, un sector espacial mucho más grande y nuestras empresas podrían liderar proyectos muy importantes. Vamos a ver, si tuviera una caja en la que puedo meter un euro y que me devuelvan dos, no me lo pensaría.

Firma: Twitter Diana Morant

Tu compañera Sara García sigue en la reserva, ¿has podido hablar con ella? ¿Cómo ves sus posibilidades?

Hablo mucho con ella, somos muy buenos amigos y me he acordado mucho de ella ahora. En este momento tienes que tener un segundo para pensar en tus compañeros reservistas que quizás les ha tocado la cruz de todo esto. Yo tengo una misión en los próximos cinco años, sé cuál va a ser mi futuro y para ellos es un poco más incierto. Pero, con el desarrollo de las misiones comerciales tipo Axiom, en las que se pueden organizar misiones científicas de unas dos semanas en la ISS, creo que tienen una puerta abierta a conseguir su misión. Yo sé que ella lo va a conseguir en algún momento. Como investigadora, además, es increíble y todo lo que me cuenta que está haciendo, todos los proyectos en los que está metida, la investigación contra el cáncer, todo el trabajo de divulgación que está haciendo también, que no para... Yo no sé de dónde saca el tiempo, yo creo que sus días tienen 30 horas. Estamos en contacto y, desde luego, uno de mis sueños sería poder coincidir con ella en el Espacio. Si durante mi misión de larga duración ella consigue su vuelo de dos semanas, sería un sueño tenernos ahí a los dos.

Sería quizás, nunca mejor dicho, que se alineen los astros.

Sí, sí, sí (ríe).

¿Tienes alguna voz o voto en los experimentos que te toque trabajar estando en la ISS?

Tenemos, de hecho, un poco de voz y voto en los experimentos en los que nosotros somos sujetos. Hay algunos que son muy invasivos, me han hablado de biopsias, por ejemplo, sacar un cachito de carne para estudiarlo. Bueno, te preguntan antes, tienes que estar de acuerdo. Pero, en general, como astronauta estás tan agradecido de esta oportunidad y de ser uno de los afortunados que puede salir del planeta y vivir esta experiencia, que crees que tienes que hacer todo lo posible por devolverlo. Cualquier experimento de este tipo, al final, aunque sufras un poco, aunque pueda doler, aunque pueda no ser lo más cómodo del mundo, yo creo que lo aceptaría.

¿Y si pudieses elegir? 

Cada astronauta en una misión de larga duración de seis meses participa en más de 200 experimentos distintos. En algunos no hacemos más que instalar el experimento en la ISS y asegurarnos de que todo está conectado, operativo, e intervenir en caso de que haya algún problema y luego se opera desde Tierra de forma remota. Se me ocurren todos los que tengan que ver con biotecnología, biología de plantas o de ver cómo crecen distintos organismos, que siempre tienes que estar muy pendiente, cuidarlo y seguir los procedimientos que te envíen. Hay de observación de la Tierra; mecánica de fluidos, porque se comportan de forma distinta en el Espacio al no haber gravedad; creación y desarrollo de nuevos fármacos, porque las proteínas cristalizan de forma distinta. Y, luego, como astronauta de carrera, en esas misiones de larga duración, también nos entrenamos para cualquier mantenimiento, reparación o instalación de nuevos elementos que tengamos que hacer. Por eso también tenemos un entrenamiento extensivo en paseos espaciales. ¿Qué me gustaría hacer? No lo sé, todo lo que sea ciencia y desarrollo tecnológico al final es importante y nunca sabes dónde vas a encontrar la pieza que falta que pueda de verdad cambiar la vida de las personas aquí en la Tierra. Ese es el objetivo final.

Pablo Álvarez, el segundo de izquierda a derecha, junto al resto de su generación. Firma: ESA

Cuando sientas el impulso al despegar, veas la Tierra desde fuera o llegues a la ISS, ¿cuál va a ser tu primer recuerdo o a qué te vas a aferrar?

Uf, no lo sé. Es muy difícil de decir, ¿no? Al final entrenamos tanto para ese día, para estar tan preparados, hay tantas simulaciones. Has practicado tantas veces para todo lo que puede salir mal, para estar preparado para cualquier emergencia... Lo que dicen mis compañeros es que el momento en el que te sientas, estás centrado en la parte operativa, en lo que tienes que hacer y se siente casi como un día más en la oficina, porque has estado en esa situación muchas veces. Y, luego, cuando notas el empuje del cohete y de verdad estás saliendo, creo que ahí tienes una sensación mucho más humana de pensar 'madre mía, qué está pasando, esta vez es de verdad'. Es un momento para estar muy enfocado en esa parte operativa, en reducir los riesgos al mínimo, en hacer exactamente la cronología. Hasta que no estás ya en la fase de vuelo, de transferencia orbital a la ISS, creo que no tendré tiempo de pensar en lo que he dejado atrás. Para pensar en eso, como decimos en mi Tierra, un poco de morriña y eso no va a cambiar.

Por ahora, más allá de la graduación, hay que seguir entrenando...

El entrenamiento no para aquí. Seguimos preparándonos e iremos a Houston a hacer el entrenamiento de actividades extravehiculares. Nos vamos a entrenar también para trabajar en control de misión, estar en contacto con nuestros compañeros cuando vuelen a la ISS y cubrir algunos turnos allí. Vamos a aprender a pilotar aviones por tener esa experiencia más operativa y seguimos con un montón de formación técnica sobre sistemas de la ISS. Nunca dejas de formarte como astronauta y siempre hay algo nuevo que puedes aprender o que puedes mejorar que haga que luego tengas una misión lo más productiva y lo más segura posible.