El Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA) y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) han participado del proyecto Minotauro, cuyo objetivo es profundizar en el conocimiento de la superficie de Marte y de la Luna mediante el estudio magnético de su corteza. Para ello se desplazaron hacia el cráter Bajo Hondo, en la provincia patagona de Chubut, Argentina.
El cráter, con un diámetro de 4,8 kilómetros, ofrece un entorno terrestre análogo al planeta rojo y a nuestro satélite natural más cercano, lo que lo convierte en un sitio idóneo para llevar a cabo este tipo de investigaciones. Situado en la gigantesca meseta volcánica de Somuncurá, se caracteriza por su aislamiento y difícil acceso, lo que minimiza las perturbaciones humanas en su entorno.
Dos ejemplos de muestras de rocas recogidas. Firma: Armada
Durante la campaña, el equipo del ROA llevó a cabo levantamientos magnéticos, abarcando aproximadamente 150 kilómetros de mediciones. El equipo utilizado, denominado Titán, consta de dos magnetómetros vectoriales Fluxgate, una antena GPS, un portátil y una pértiga de fibra de carbono para evitar interferencias. Para garantizar la precisión de los datos recopilados, se estableció una estación base de medidas a unos 80 metros del refugio.
Además de esos estudios, se recolectaron muestras de rocas con el propósito de analizarlas en laboratorio. Esta exploración busca arrojar luz sobre el origen del cráter, determinando si se trata de un impacto de meteorito o una caldera volcánica.