La NASA ha contratado a la compañía estadounidense SpaceX para lanzar la misión Sentinel-6B. También conocida como Jason-CS, está desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en el marco del programa Copernicus.
Para la misión, se ha establecido una colaboración entre la agencia espacial de EE UU, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (Eumetsat).
El programa cuenta con dos satélites idénticos: Sentinel-6 Michael Freilich, lanzado en 2020, y Sentinel-6B, que se lanzará en 2025 abordo de un Falcon 9. El contrato rubricado entre la NASA y SpaceX alcanza un valor de aproximadamente 94 millones de dólares.
La misión tiene como objetivo "garantizar la continuidad de las observaciones del nivel del mar proporcionando mediciones continuas del aumento del nivel del mar global". Además, "los datos también respaldarán la oceanografía operativa a través de pronósticos mejorados de las corrientes oceánicas, así como de las condiciones del viento y las olas".
Sentinel también aportará información "a los modelos informáticos que predicen el clima y mejoran las capacidades de pronóstico". Para ello, el satélite incorpora varios instrumentos como altímetro de radar que hará rebotar señales en la superficie del océano, un radiómetro de microondas avanzado (AMR), antenas de ocultación de radio y otros instrumentos de posicionamiento.