La Agencia Espacial Europea (ESA) comenzó sus actividades en el campo de la observación de la Tierra en el año 1977 con el lanzamiento de su primer satélite meteorológico Meteosat. La continuidad y el éxito de la serie Meteosat continuó a lo largo de los años noventa con el lanzamiento de los ambiciosos programas ERS-1, ERS-2 y Envisat dedicados a la observación del clima y el medio ambiente. El inmenso legado de estos programas contribuyó de manera muy significativa a la ampliación del conocimiento y al entendimiento de los efectos de la actividad humana en el medio ambiente y su evolución. Asimismo, abrieron nuevos interrogantes y una mayor demanda de datos por parte de la comunidad científica. Para responder a estas necesidades, la ESA creó el programa Living Planet (LPP) dedicado a la generación y distribución de datos sistemáticos y continuos del planeta.
Dicho programa abarca dos tipos de misiones bien diferenciadas, las misiones Earth Explorer y las misiones del tipo Earth Watch. Las primeras conforman la parte del programa LPP dedicada a la investigación científica de variables específicas tanto de la atmósfera como de la biosfera o el interior terrestre. Por su parte, las misiones del tipo Earth Watch están dedicadas a la distribución sistemática de datos operacionales usados en servicios meteorológicos, tales como los generados por la Organización Europea de Explotación de satélites meteorológicos (Eumetsat).
Las misiones de tipo Explorer se dividen en dos grupos: las misiones de tipo esencial (core) y las de tipo de oportunidad (opportunity). Las primeras responden a demandas específicas y directas, tanto de la comunidad científica como del público en general, y las misiones de oportunidad son misiones de bajo coste y relativamente rápidas de implementar que responden a demandas de menor preocupación por parte de la comunidad científica. A día de hoy cuatro misiones de tipo esencial han sido lanzadas y/o aprobadas: GOCE (2009), ADM-Aeolus (2017), EarthCare (2018) y Biomass (2020), así como cuatro del tipo oportunidad: SMOS (2009), CryoSat (2010), Swarm (2013) y FLEX (2022).
En cuanto a la participación de la industria española cabe destacar la misión SMOS. Este proyecto contiene una fuerte participación española tanto en el segmento terrestre como en el segmento espacio. Tanto las operaciones del instrumento de a bordo como la adquisición y procesado de datos se realizan en ESAC cerca de Madrid e involucran a empresas como GMV, Indra o Isdefe. Asimismo, dentro del segmento espacio del proyecto, el diseño y desarrollo del instrumento Miras de SMOS fue realizado por Airbus Defence & Space en España
Junto a estas misiones, la ESA participa además en el programa Copérnico anteriormente llamado GMES (Sistema Global de Monitorización para el Medio Ambiente y la Seguridad). Esta iniciativa encabezado por la Comisión Europea, en colaboración con la ESA y la Agencia Europea de Medioambiente, responde a la necesidad de disponer de servicios autónomos e independientes de información geoespacial, en especial sobre cuestiones medioambientales y de seguridad. Los servicios y datos suministrados por el programa Copérnico abarcan seis grandes categorías: la explotación del suelo, el entorno marino, la atmósfera, la respuesta a posible situaciones de emergencia, la seguridad y el cambio climático.
La ESA desarrolla el segmento espacio de dicho programa aportando una familia de satélites llamados Sentinel (Centinelas), su infraestructura y el acceso a sus datos. Cada una de las misiones Sentinel está constituida por una constelación de dos satélites llamados A y B respectivamente. La carga de pago de dichas misiones abarca un amplio espectro de instrumentos tales como radares y cámaras multispectrales tanto para la monitorización de la atmósfera, el suelo y los océanos. Seis diferentes misiones del tipo Sentinel están actualmente bajo desarrollo y/o explotación.
Sentinel-1A fue lanzado el 3 de Abril de 2014, equipado con un radar de apertura sintética (SAR) en banda C. El segundo satélite de esta constelación está previsto para desplegarse a lo largo de este año 2016. El Sentinel-2A despegó el 23 de Junio de 2015 e incorpora una cámara multiespectral de alta resolución en trece bandas espectrales diferentes. Su gemelo, Sentinel-2B, será lanzado a finales de 2016. Por su parte, Sentinel-3A se puso en órbita recientemente, el 16 de Febrero de 2016, con un conjunto de radares y cámaras dedicados a la medida de la temperatura, color y altura del mar. Mientras, Sentinel-3B despegará a lo largo del año 2017.
Los Sentinels 4 y 5 hacen referencia a instrumentos que serán embarcados en un satélite MTG (Tercera Generación Meteosat). El Sentinel-6 se centra en la observación topografía marina y dará continuidad a las observaciones del satélite Jason-3.
El programa de observación de la tierra de la ESA constituye la mayor partida presupuestaria de todos los programas de la agencia, un 30.5 % del total, con un valor presupuestario anual de 1.603 millones de euros. Este proyecto forma parte de los programas opcionales de la ESA que al contrario de los programas obligatorios, como el de ciencia, requiere del compromiso específico de los diferentes países involucrados, asegurando de esta forma el retorno industrial a los países contribuyentes. En este sentido, es importante recalcar que resulta de vital importancia para el sector industrial español el compromiso y apoyo de las autoridades gubernamentales con dicho programa. De este modo, se asegura la continuidad y la carga de trabajo del sector espacial español durante los próximos años.