Desde febrero de este año, el Mando del Espacio (Mespa) cuenta con el general de división Isaac Manuel Crespo Zaragoza al frente de esta flamante unidad con la que el Ejército del Aire y del Espacio conforma un verdadero pilar para llevar la defensa de España más allá de la atmósfera.
En esta entrevista exclusiva que forma parte del monográfico de la serie Perfiles Infodefensa titulado Industria espacial. La Defensa española ya apunta al cosmos, el general Crespo Zaragoza habla de las amenazas a los sistemas espaciales, la relación del Mespa con otras organizaciones espaciales y la irrupción de actores privados en la explotación comercial del ámbito espacial.
¿En qué fase de operatividad se encuentra el Mando del Espacio en estos momentos?
El Mespa inició su actividad el 16 de octubre de 2023, por lo que acaba de cumplir un año. Es un año cargado de ilusión y de una actividad frenética, conscientes de que se están construyendo los cimientos sobre los que se van a asentar las capacidades espaciales presentes y futuras para que España, como Estado, pueda proteger sus intereses en el espacio, gozar del libre acceso a él y contribuir a que nuestros ciudadanos y las Fuerzas Armadas puedan seguir disfrutando de los datos, productos y servicios proporcionados por sistemas espaciales. Sin ellos, retrocederíamos varias décadas en nuestra forma de vida y también en cómo se llevan a cabo las operaciones militares.
En este sentido, se están cumpliendo los hitos establecidos en el Plan de Implantación del Mespa. Este año el Mando se ha dado a conocer en numerosos simposios y foros nacionales e internacionales sobre espacio y defensa. Se ha creado la organización para asumir el mando orgánico del Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (Cesaerob) y el Centro de Operaciones y Vigilancia Espacial (COVE), así como para su integración en la estructura operativa de las FAS [Fuerzas Armadas]. Hoy, ya se llevan a cabo cometidos permanentes en las áreas de vigilancia espacial, de observación de la Tierra y de explotación de imágenes. Este es el camino para declarar la Capacidad Operativa Inicial a lo largo de 2025.
Además de sumar y coordinar las atribuciones del Cesaerob y el COVE, ¿cuál es el máximo valor añadido de la nueva estructura?
Nos encontramos inmersos en una nueva carrera espacial de carácter global y multipolarizada en la que el espacio ya no es el santuario de la primera carreara espacial de los años 1960 y 1970. Los aspectos de seguridad y defensa son ahora esenciales para preservar un uso justo, responsable y sostenible del mismo. Una parte muy relevante de nuestra economía, estilo de vida y modo de operar en las FAS depende de ello. España no puede ser ajena a este nuevo paradigma y confiar en que otros van a velar por nuestros intereses en el espacio. La nueva estructura responde a la necesidad de España, como nación soberana, de protegerse y responder a los retos que esto conlleva. (…)
En este contexto, como en el resto de los dominios, es necesario ejercer una disuasión creíble para los potenciales adversarios, pues es la mejor forma de prevenir una posible crisis o conflicto, que en el espacio podría tener un carácter global y consecuencias estratégicas. Por eso y por las características físicas del espacio, es imperativo ejercer esta disuasión en cooperación con países aliados. (…)
Una de las capacidades necesarias para ejercer una disuasión efectiva es tener presencia en el espacio conformando lo que se podría denominar ‘policía espacial’; probablemente mediante naves espaciales robóticas en los distintos regímenes orbitales con capacidad de detectar de amenazas, identificar y atribuir de actos irresponsables u hostiles, defender los satélites estratégicos y, si así se decide, responder a la amenaza. Las operaciones en el espacio requieren disponer de una completa consciencia de la situación espacial y la capacidad de ejercer el mando y control de estas capacidades. El Mespa está generando conocimiento del dominio espacial y sentando las bases para que todo ello sea posible. Creo que este es el principal valor añadido.
¿Cómo afronta España las amenazas a los sistemas espaciales que podrían alterar el funcionamiento normal de los satélites?
En abril de este mismo año se publicó la visión del jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) de capacidades espaciales de las FAS. Este es nuestro documento de referencia para el planeamiento de capacidades militares espaciales en el corto, medio y largo plazo. (…) Debemos tener la visión estratégica para iniciar hoy proyectos de I+D+i que permitan a nuestra industria desarrollar las tecnologías necesarias para responder a las capacidades (más complejas) de medio y largo plazo, lo que contribuirá a potenciar la base tecnológica e industrial de la defensa, posicionándolas, además, para ser competitivos en el entorno internacional.
Pero esto no va sólo de capacidades militares, sino que España, como nación, debe entender la importancia del espacio y asumir el coste de implementar, desde el propio diseño de nuestros satélites gubernamentales (civil, dual o militar), sistemas de autoprotección en todos los segmentos (terreno, datos, espacial y de usuario), al igual que hacemos con otras infraestructuras críticas.
Y llegado este punto, es obligatorio mencionar que la amenaza más probable para los sistemas espaciales es la cibernética. La seguridad ‘ciber’ de los segmentos terreno y de datos es clave y debe ser prioritaria. Igualmente, para minimizar la vulnerabilidad de los sistemas espaciales se hace necesario empezar a pensar en garantizar la integridad y seguridad de la cadena de suministros de componentes con las que construimos nuestras capacidades. Esto excede las competencias del Ministerio de Defensa, puesto que requiere un esfuerzo interministerial y de cooperación internacional.
¿Cómo influye la irrupción de actores privados en la explotación comercial del ámbito espacial?
Pues casi diría que la respuesta está en su propia pregunta, ya que no habría explotación comercial sin actores privados. Pero esto ha sido siempre así. El cambio de paradigma que ha revolucionado el mercado para que la economía espacial crezca a un ritmo creciente imparable es la reducción del coste por kilogramo puesto en órbita. Este hecho ha propiciado que las comunicaciones por satélite estén al alcance de muchos bolsillos.
El acceso global a comunicaciones por voz, al internet de las cosas y, en breve, con conectividad desde el satélite directamente a nuestros dispositivos móviles (direct to device), sin necesidad de infraestructuras en tierra, hace que cada vez haya más clientes privados. Disponer de estas constelaciones y comercializar sus servicios es un negocio en auge. El espacio ya es rentable y todos quieren explotarlo.
Y esto es sólo el primer paso. El siguiente es volver a la Luna para tener presencia permanente y poder utilizarla como hub para misiones espaciales de minería de materiales raros y extraordinariamente caros existentes en asteroides. Aunque pueda sonar hoy a ciencia ficción, probablemente hubiéramos pensado lo mismo si alguien hubiera dicho hace apenas diez años que un pesado booster [cohete acelerador], como el empleado por el cohete Starship, iba a ser capturado hace unas semanas por unas ‘pinzas’ para ser reutilizado.
¿Qué relaciones mantiene el Mespa con sus equivalentes en Francia, Alemania y EEUU, y las agencias espaciales de la OTAN y la UE?
Las relaciones sobre asuntos de espacio se desarrollan tanto en el nivel bilateral y multilateral como en el seno de las estructuras y organizaciones de seguridad y defensa (OTAN y UE). (…)
La UE ha tomado clara consciencia de la importancia del espacio y de los aspectos de seguridad y defensa. La publicación de la Estrategia Espacial de Seguridad y Defensa es una prueba de ello. El desarrollo de la estrategia es un desafío que está ante todos los estados miembro. No debemos perder esta oportunidad para ser competitivos, más resilientes y autónomos en nuestra seguridad y defensa. De hecho, el espacio en la UE tiene una actividad frenética desde hace años, aunque las competencias estén distribuidas en muchos de sus órganos (ESA, EUSPA, EEAS, EDA, etc.), con los que cooperamos en multitud de foros y grupos de trabajo. Y no quiero olvidar que el Centro de Satélites (Satcen) de la UE está en la Base Aérea de Torrejón, y uno de los centros de respaldo del sistema GNSS Galileo, en el INTA (La Marañosa, Madrid). Además, hay que aprovechar las oportunidades para las FAS y para nuestra industria de participar en proyectos EDF, EDP y PESCO relacionados con capacidades espaciales.
En aspectos más operativos, el COVE participa, junto con el S3TOC [Centro Operativo del Sistema de Vigilancia Española, por sus siglas en inglés), de la Agencia Espacial Española, en el sistema de vigilancia y alertas espaciales (EU SST) y contribuye, a través del Mespa, en la arquitectura de respuesta de amenazas espaciales de la UE (STRA, Space Threat Response Arquitecture), por ejemplo. (…)
Este primer año en el Mespa ha sido intenso pero apasionante, y en él se ha avanzado a buen ritmo gracias al apoyo de muchos y a la ilusión de todos los militares del Mespa, Cesaerob y COVE. Es una ilusión que debemos mantener para continuar con lo mucho que queda aún por hacer.