El Departamento de Defensa de Australia ha anunciado la cancelación de su programa de satélites militares geoestacionarios JP9102, un proyecto estimado de 5.000 millones de dólares adjudicado a Lockheed Martin en 2023, alegando que prefiere explorar proyectos multiorbitales.
Esta cancelación es una clara señal del impacto disruptivo que los servicios de internet espacial en órbita terrestre baja (LEO), liderados por el rápido crecimiento de Starlink de SpaceX, están teniendo sobre la industria tradicional de comunicaciones satelitales y sobre los modelos de compras gubernamentales.
El Proyecto Conjunto de Defensa 9102 o JP9102 se lanzó en 2021 con la idea de desarrollar entre tres y cinco satélites geoestacionarios (GEO) y sus sistemas terrestres, y supuso uno de los programas de infraestructura espacial más ambiciosos de Australia.
Lockheed Martin lideró el consorcio industrial que apoyaba el programa, incluyendo empresas como Inovor Technologies, EM Solutions y DXC.
Las Fuerzas Armadas de Australia dependen actualmente de los servicios satelitales comerciales y del sistema Wideband Global Satcom (WGS) del Ejército estadounidense. El JP9102 fue considerado un paso hacia una capacidad militar soberana de comunicaciones por satélite, con el requisito de que Lockheed Martin se asociara con empresas australianas para impulsar la industria y la experiencia locales.
Sin embargo, la rápida evolución de la tecnología espacial, en particular el auge de las soluciones satelitales de órbita terrestre media (MEO) y LEO que ofrecen una cobertura más flexible, ha hecho que el enfoque de órbita geoestacionaria única del JP9102 se vuelva obsoleto.
En concreto, el Departamento de Defensa australiano dijo el 4 de noviembre que el proyecto ya no se alineaba con sus objetivos estratégicos, que ahora favorecen las capacidades multiorbitales para mejorar la seguridad y la resiliencia.
La Asociación de la Industria Espacial de Australia (SIAA) expresó su decepción por esta decisión, destacando el revés que representaba para el sector espacial del país.
Lockheed Martin, por su parte, dijo en un comunicado que la compañía “continuará apoyando al gobierno australiano para satisfacer sus necesidades estratégicas y está orgullosa de asociarse con la Fuerza de Defensa Australiana en muchos programas en curso”.