La agencia espacial de Japón, JAXA, ha seleccionado a Astroscale para la segunda fase de un programa de demostración tecnológica para eliminar basura espacial a gran escala (CRD2). La iniciativa tiene como objetivo eliminar la etapa superior de un cohete que no cuenta con ninguna tecnología que permita un acoplamiento o su posible mantenimiento o remoción.
El programa se contrató en dos fases. Durante la primera, donde Astroscale también fue la elegida, la empresa se responsabilizó del diseño, fabricación, prueba, lanzamiento y operaciones de Adras-J, el primer intento por acercarse, caracterizar y estudiar de forma segura el estado de una pieza existente de escombros grandes basados en una investigación interna. La nave espacial está diseñada para reunirse, ejecutar operaciones de proximidad y recopilar imágenes para evaluar el movimiento del cuerpo del cohete y el estado de la estructura.
Recientemente, la misión logró un hito técnico clave: la exitosa aproximación segura y controlada a un objeto de desechos espaciales no preparado a una distancia relativa de varios cientos de metros. Toda la operación ha ocurrido entre el 18 de febrero, la fecha del lanzamiento, y el 17 de abril, día de la aproximación.
El presidente y director general de Astroscale Japón, Eddie Kato, comentó que "habiendo demostrado varias capacidades clave durante la misión en curso de la Fase I, estamos ansiosos por demostrar nuestra capacidad para abordar el próximo desafío: la remoción y desorbitación de escombros de gran tamaño. Esta próxima fase tiene importancia para abordar el problema de los desechos espaciales y sentar las bases de un medio ambiente sostenible para las generaciones futuras".
La nave espacial de seguimiento activa de escombros, Adras-J2, intentará de manera similar acercarse de manera segura al mismo cuerpo del cohete mediante operaciones de encuentro y proximidad, obtener más imágenes y luego retirar y sacar de órbita el cuerpo del cohete utilizando tecnologías internas de brazo robótico.