Los ingenieros de la NASA han puesto a prueba el robot EELS (Exobiology Extant Life Surveyor), un sistema con forma de serpiente capaz de adaptarse no solo a océanos gélidos, sino a todo tipo de terrenos imaginables.
El equipo del proyecto empezó con el prototipo en 2019 y ha continuado con diversas revisiones. Desde el año pasado han estado realizando pruebas de campo mensuales y perfeccionando tanto el software como el hardware, que permiten que el EELS funcione de manera autónoma.
La misión consiste en buscar signos de vida en el océano que se esconden bajo la corteza helada de Encélado, una de las 82 lunas de Saturno. Este satélite es el único mundo del sistema solar que posee un océano habitable debajo de su corteza, según los científicos.
El robot está dotado con capacidades que le permiten detectar de forma autónoma su entorno y recopilar datos con instrumentos científicos. En caso de fallo, es autosuficiente para recuperarse sin ayuda humana.
El sistema pesa 100 kilogramos y mide unos cuatro metros. EELS es capaz de moverse en casi cualquier superficie sin problema, gracias a sus segmentos giratorios.
El vehículo cuenta con cuatro pares de cámaras y un radar Lidar, gracias a las cuales puede llevar a cabo funciones de forma completamente autónoma. El algoritmo de navegación se ha diseñado para escoger el camino que, aparentemente, pueda ser más seguro.
Uno de los desarrolladores de EELS, Matthew Robinson explicó que "cuando vas a lugares donde no sabes lo que encontrarás, quieres enviar un robot versátil y consciente de los riesgos para que pueda tomar decisiones por sí mismo".