La sonda espacial DART de la NASA impactó contra el asteroide Dimorphos, de 160 metros, a las 1:15 horas (CEST) de la pasada madrugada con el objetivo de desviar su trayectoria y plantear así futuras misiones de defensa de la Tierra contra estos cuerpos celestes. Según han informado desde la NASA, la sonda, de 550 kilogramos, ha impactado en su objetivo con una fuerza comparable a la explosión de tres toneladas de TNT. Esta misión ha supuesto la primera prueba de la historia de desvío de un asteroide. El administrador de la NASA, Bill Nelson ha declarado tras el choque que "han sido años de duro trabajo, de innovaciones y creatividad". Y ha concluido: "Estamos demostrando que la defensa de nuestro planeta es una tarea mundial y es muy posible salvar el planeta".
El asteroide Dimorphos, satélite de Didymos (de780 metros de diámetro), no suponía una amenaza para la Tierra, con este experimento el objetivo era alterar ligeramente su órbita para ayudar a que los científicos adquieran conocimientos acerca del desvío por si, en algún momento, es preciso para la supervivencia humana. Así lo expresó la responsable de coordinación de DART, Nancy Chabot, al declarar que esta misión sirve "para estar preparados por si fuera necesario en el futuro".
Posteriormente al impacto, la misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) se ha aproximado hasta el cuerpo receptor del impacto para llevar a cabo un análisis en profundidad del cráter formado, de la masa del asteroide y de muchos más elementos, extrayendo de este importante experimento datos sobre una técnica de defensa planetaria controlada.
Última imagen completa que envió DART, dos segundos antes del choque. Foto: NASA
Un impacto complejo
La maniobra fue altamente compleja: la nave avanzó por el espacio a 22.000 km/h y recorrió 11 millones de kilómetros de distancia entre el sistema y la Tierra. Además, su objeto de impacto se encontraba en movimiento y DART no pudo distinguir Dimorphos del asteroide central hasta la hora anterior al impacto. La nave precisó de un sofisticado sistema embarcado de guiado, navegación y control con el fin de implementar las maniobras autónomas que lo dirigieron hacia su objetivo.
El administrador asociado de la dirección de misiones científicas en la sede de la NASA en Washington, Thomas Zurbuchen, ha asegurado que "ahora sabemos que podemos apuntar una nave espacial con la precisión necesaria para impactar incluso un pequeño cuerpo en el espacio. Sólo un pequeño cambio en su velocidad es todo lo que necesitamos para marcar una diferencia significativa en la trayectoria de un asteroide".
Desde mayo, la antena de espacio profundo de la ESA de 35 metros situada en Malargüe, Argentina, ha estado aportando mediciones ultraprecisas de la posición de DART, con períodos regulares de seguimiento de la misión en los meses anteriores al impacto. Esta estación completa un triángulo geográfico terrestre al combinarse con las antenas de la NASA situadas en Camberra, Australia y Goldstone, en California. Al rastrearse DART simultáneamente desde cada emplazamiento, pudo determinarse con precisión extrema la ubicación, orientación y velocidad de la misión. Este método de seguimiento se conoce como Delta-DOR (método basado en interfería diferencial de señales).