La empresa japonesa Astroscale, líder del mercado de servicios a satélites y sostenibilidad orbital a largo plazo en todas las órbitas, ha anunciado que, a pesar de varios contratiempos inesperados, su misión de demostración de servicios, Elsa-d, ha desvelado importantes avances tecnológicos para el futuro. La misión consistía en el acercamiento controlado entre dos de las naves de la compañía para probar nuevas tecnologías de acercamiento controlado.
Este tipo de tecnología incluye el seguimiento de un objeto a gran distancia, el encuentro con un objeto no controlado y el paso de la navegación absoluta a la navegación relativa para una nave espacial de servicio en la órbita baja de la Tierra. Estas operaciones pueden ser esenciales para el encuentro de proximidad y para el servicio en órbita terrestre baja. Esta misión llevada a cabo por Astroscale no tiene precedentes. Esta tecnología puede ser crucial para el futuro, especialmente para la recogida y limpieza de la basura espacial acumulada en órbita.
El director del proyecto Elsa-d, Seita Lizukam, resaltó que esta misión “nos han permitido probar aún más tecnologías clave y capacidades operativas necesarias para los servicios comerciales de retirada de escombros al final de su vida útil”. Lizukam también expresó su confianza en sus "desarrollos de servicios de retirada de escombros; felicito al equipo por este impresionante logro".
Según la información aportada por la compañía la primera parte de esta misión esta misión “fue lanzada en una órbita de 550 km desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán en marzo de 2021. La primera demostración, en la que el servidor liberó al cliente y realizó manualmente el acoplamiento magnético, se completó el 25 de agosto de 2021, validando con éxito el sistema de captura, los sensores de a bordo y las cámaras”. Este cliente es un satélite que serviría como réplica de los escombros espaciales y que sería recogido por la segunda fase de la misión, conocido como servicer.
A lo largo de los dos últimos meses se han llevado a cabo varias maniobras cuidadosamente planificadas para preparar al aparato para un encuentro de aproximación controlada con el cliente. El 7 de abril, el servicer maniobró con éxito hasta una distancia de 159 metros del cliente, y se validó la capacidad del servicer para buscar y detectar al cliente, permitiendo la transición de la navegación absoluta, que se basa en el GPS y en las observaciones en tierra, a la navegación relativa, utilizando los sensores de a bordo.
A pesar de no haber podido completar aún la demostración de captura autónoma, la misión Elsa-d ha demostrado varias tecnologías clave necesarias para la captura de desechos orbitales, algunas, según han comunicado desde Astroscale son el “éxito de los algoritmos de guiado, navegación y control autónomos, control de bucle cerrado, maniobra autónoma de encuentro con propulsores y control de actitud o el mecanismo de captura magnética mediante una placa de acoplamiento”.
Con la finalización de esta operación crítica, el servicer se ha alejado una vez más del cliente y permanecerá a una distancia estable durante varios meses. Durante este tiempo, el equipo analizará la siguiente fase de la misión, incluyendo la posibilidad de una captura magnética segura y viable del cliente.