El Perte aeroespacial la respuesta estatal a un sector con 155.261 empleos y el 1,2 del PIB

La activación del Perte aeroespacial por parte del Consejo de Ministros el pasado martes ha supuesto la inversión más grande realizada en España para el sector. 4.533 millones de euros, hasta 2025, es la cifra que se prevé invertir para impulsar un ámbito del que se espera ofrezca un mayor retorno económico e impulse otras industrias en colaboración. Pero ¿por qué? La respuesta es sencilla: “La contribución total del sector aeroespacial al PIB (efectos directos, indirectos e inducidos) fue de aproximadamente 13.094 millones de euros en 2020, es decir, un 1,2 % del PIB; el número total de empleos, directos e indirectos, asociados a la industria aeroespacial se estima en alrededor de 155.261 puestos de trabajo de alta cualificación”. Este entrecomillado sale del estudio del Gobierno de España sobre el impacto económico del sector y sus perspectivas de futuro, es decir, el pilar en el que se basa la aplicación del Perte Aeroespacial.

En ese informe se deja claro que el sector es importante y también la coyuntura que justifica la inversión. De hecho, se remarca que la crisis causada por la Covid-19 generó una caída del sector que frenó el crecimiento de la industria tras el año 2020. Con esta inversión se prevé acelerar la recuperación aeroespacial tras el impacto de la crisis sanitaria.

El dinero público y también el privado

La financiación del Perte saldrá en su mayor parte del Ministerio de Ciencia e Innovación. Sin embargo, el despliegue completo del Perte requiere de inversión adicional tanto pública como privada, especialmente en las actuaciones dirigidas a generar capacidades industriales en el sector aeroespacial.

La financiación se articulará, según el informe del Gobierno, a través de los siguientes instrumentos: “Subvenciones, ayudas parcialmente reembolsables, licitaciones de compra pública precomercial, convenios para la ejecución de proyectos de I+D+I, mecanismos de inversión público-privada con participación de empresas del sector, aportaciones para atender a los compromisos internacionales del sector, reformas, educación y formación”.

Los citados 4.533 millones de euros suponen tanto inversiones directas como indirectas. La cantidad de las ayudas públicas e inversiones privadas directas supone una suma total en el I+D+i aeroespacial de 2.472,39 millones de euros, el resto llegará de forma indirecta.

Más del doble de la inversión habitual en I+D+i

El Perte es la mayor inversión en el ámbito aeroespacial en España de los últimos años. Según los datos de la memoria presentada por el Gobierno: “Se estima que la industria aeroespacial genera una inversión total en I+D+i alrededor de los 1.556 millones de euros, siendo el sector industrial con mayor intensidad en inversión en I+D+i de España”. Es decir, hasta ahora, la inversión había sido de 1.556 millones que ahora pasarán a ser de 4.533 millones, más del doble. 

Esta inversión no solo irá destinada al territorio nacional, también está incluida la cuota española en la Agencia Espacial Europea, que asciende a 1.240,00 millones de euros, siendo la actuación del Perte que más inversión precisa. También la llamada Constelación Atlántica saldrá de las fronteras españolas, pues se trata de una cooperación con Portugal para la implantación de una constelación de satélites.

Entre las actuaciones con menor inversión se encuentra el Ecosistema de innovación aeroespacial y la Formación y capacitación, ambos con tres millones de euros.

Beneficios para el ámbito espacial... Y otros

El ámbito aeroespacial actúa de manera transversal, es decir, aporta servicios a otros sectores como son el de transporte, logística, seguridad, medioambiente, prevención de catástrofes, comunicaciones, defensa, etc. Desde esta perspectiva, los avances en el ámbito aeroespacial tienen efectos en cada uno de estos servicios imprescindibles para los ciudadanos y las diferentes industrias. Esta transversalidad hace que la inversión aeroespacial sea difícil de definir de forma concreta. Según el informe del Gobierno, diez millones de euros serán destinados al Sistema español de Observación de la Tierra para Seguridad y Defensa; sin embargo, es presumible que el impacto de las nuevas tecnologías aeroespaciales en el sector de Defensa sea mucho mayor.

Las prioridades con respecto al espacio de este Perte serán los lanzadores de pequeños satélites, la cooperación en la Constelación Atlántica de observación de la Tierra, los sistemas de satélite y terrestres para comunicaciones cuánticas, el desarrollo de un sistema español de observación de la Tierra para seguridad y defensa, la instauración de una Agencia Espacial Española y la aportación de la cuota española en la Agencia Espacial Europea.

La inversión se multiplicará por siete en diez años

El Gobierno ha aplicado en su informe la tasa de retorno social de los programas aeronáuticos según el Oxford Economics: “A la inversión total en I+D+i aeroespacial de 4.533 millones de euros inducida por este Perte, se estima en diez años un incremento del PIB de 31.736 millones de euros”. Es decir, se prevé multiplicar por siete esta inversión a lo largo de diez años.

La implantación monetaria del Perte aeroespacial estima que podrá generar unos 18.985 puestos de trabajo de alta cualificación. Además, si las previsiones de obtener un retorno multiplicado por siete a esta inversión se cumplen, el incremento del PIB también supondría un incremento de puestos de trabajo para el sector.

La gestión recaerá en un grupo de trabajo

El Perte aeroespacial instaurará un grupo de trabajo entre varios ministerios y será presidido por la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant. “Participarán representantes de aquellos Ministerios implicados en la consecución de este Perte, con el fin de garantizar la necesaria colaboración y coordinación entre todos ellos y canalizar propuestas de mejora, recomendaciones y observaciones relativas a aquellas iniciativas que pueden apoyar la gestión eficiente del Perte", recalca el informe.

El grupo contará con representación de hasta diez ministerios: el de Hacienda y Función Pública; Educación y FP; Trabajo y Economía Social; Defensa; Asuntos Económicos y para la Transformación Digital; Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Transición Ecológica y para el Reto Demográfico; Industria, Comercio y Turismo; Agricultura, Pesca y Alimentación; y Universidades.