Los instrumentos ópticos e infrarrojos de Euclid, el telescopio de la Agencia Espacial Europea (ESA) que estudiará la energía y materia oscuras del universo, han pasado la revisión de calificación y aceptación y ya están completamente integrados en el módulo de carga útil de la nave espacial, que actualmente se encuentra en las instalaciones de Airbus Defence and Space posee en Toulouse, Francia.
Estos instrumentos son cruciales para medir las formas y distancias de miles de millones de galaxias. Esto permitirá a los científicos reconstruir 10.000 millones de años de historia cósmica e investigar la materia y energía oscuras que se cree que dominan el cosmos.
El módulo de carga útil de Euclid consta de una placa base de silicio que sostiene el telescopio y dos instrumentos. A su vez, estará equipado con un generador de imágenes visual que, con más de 600 megapíxeles, será una de las cámaras más grandes del espacio.
Euclid estudiará la aceleración actual de la expansión cósmica, impulsada por la energía oscura, y el crecimiento de estructuras cósmicas como consecuencia de la presencia de materia oscura. Para lograr esto, Euclid observará galaxias a diferentes distancias de la Tierra en el espectro infrarrojo visible o cercano, en un área que cubre más del 35% de la esfera celeste.
A lo largo de los seis años que durará la misión, Euclid realizará un mapa tridimensional de la distribución de hasta 2.000 millones de galaxias y de la materia oscura asociada, cubriendo la mayor parte del cielo observable fuera de la Vía Láctea.
La misión generará 150.000 imágenes de alta definición con la información asociada de color y espectral, que será transmitida, desde una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, mediante el sistema de transmisión de datos por radiofrecuencia en banda K a las estaciones de espacio profundo de la ESA en Cebreros (España) y Malagüe (Argentina).
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