Blue Origin, la compañía fundada por el magnate Jeff Bezos de Amazon, acaba de lanzar al espacio suborbital una misión única en su categoria.
La firma envió su vehículo reutilizable New Shepard a las cinco de la tarde (hora peninsular española) del 4 de febrero desde su lugar de lanzamiento en el oeste de Texas. Fue una semana más tarde de lo planeado originalmente pues Blue Origin canceló un intento el 28 de enero debido al clima poco cooperativo y un problema con la aviónica del cohete.
El lanzamiento dio inicio a la misión no tripulada NS-29 de Blue Origin, llamada así porque era el vuelo número 29 de New Shepard hasta la fecha. El vuelo salió bien, y tanto el propulsor como la cápsula regresaron a la Tierra para aterrizar de manera segura. Sin embargo, uno de los tres paracaídas de la cápsula tripulada New Shepard pareció no abrirse por completo durante el descenso. No obstante, durante la transmisión en vivo del vuelo de la compañía, los comentaristas del lanzamiento enfatizaron que la cápsula fue diseñada para aterrizar de manera segura con menos de tres de sus paracaídas.
Las dos etapas de New Shepard (el cohete y la cápsula) se separaron a tiempo, poco más de 2,5 minutos después del despegue. El cohete regresó a la Tierra para un aterrizaje vertical en una plataforma de aterrizaje poco más de siete minutos después, y la cápsula hizo lo mismo aterrizando con paracaídas en el polvoriento desierto texano unos 10 minutos después del lanzamiento.
Durante el vuelo, la cápsula generó fuerzas de gravedad lunar, algo inédito en una misión New Shepard. Lo hizo rotando 11 veces por minuto durante dos minutos, activando sus propulsores de control de reacción. Esta maniobra de giro se llevó a cabo para las 30 cargas útiles de investigación de la misión, 29 de las cuales probaron "tecnologías relacionadas con la Luna", indicó Blue Origin en una descripción de la misión previa al vuelo.