Durante la 17ª Conferencia Espacial Europea, celebrada en Bruselas los días 28 y 29 de enero, Arianespace obtuvo los contratos para el lanzamiento de la misión Plato, el satélite Sentinel-1D y un par de plataformas Galileo de segunda generación.
La misión Planetary Transits and Oscilations of Stars o Plato de la Agencia Espacial Europea (ESA) está diseñada para detectar y caracterizar exoplanetas similares a la Tierra. Mediante un conjunto de 26 cámaras, observará cientos de miles de estrellas en busca de pequeñas caídas de brillo que indiquen la presencia de planetas en órbita. Plato evaluará luego la densidad y la composición de estos planetas y determinará si se encuentran dentro de la zona habitable de estrellas similares al Sol. La sonda se lanzará a bordo de un cohete Ariane 62 hacia finales de 2026.
El satélite de observación de la Tierra Sentinel-1D reemplazará al Sentinel-1A, que ha estado en órbita durante casi 11 años, mucho más allá de su vida útil planificada. Se unirá al Sentinel-1C, que se lanzó a bordo de la misión de regreso al vuelo Vega-C en diciembre de 2024. Una vez en órbita, los datos del Sentinel-1D se utilizarán para rastrear indicadores del calentamiento global, como la extensión del hielo marino, y monitorear amenazas ambientales como los derrames de petróleo. El lanzamiento del Sentinel-1D está programado a bordo de un cohete Ariane 62 en la segunda mitad de 2025.
Los primeros 12 satélites Galileo de segunda generación se están construyendo en paralelo por Thales Alenia Space y Airbus Defence and Space con un coste de 1.470 millones de euros. Estos satélites contarán con una serie de mejoras, entre ellas propulsión eléctrica, cargas útiles de navegación totalmente digitales, enlaces entre satélites, antenas de navegación más potentes y una configuración avanzada del reloj atómico.