En una última y quinta prueba previa a su envío a su estación de lanzamiento en la India, los dos satélites de la misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) han recibido órdenes por parte del equipo científico y han transmitido imágenes con éxito, tal y como lo harán una vez en órbita.
Liderada por Sener en estrecha colaboración con un equipo industrial formado por un amplio consorcio de más de 29 empresas de 17 países, Proba-3 demostrará la viabilidad del vuelo en formación de alta precisión entre satélites en el espacio. La empresa española es el contratista principal de la misión y responsable tanto del segmento de vuelo como del de tierra.
Proba-3 es una misión extremadamente ambiciosa desde el punto de vista técnico y científico. Mediante un preciso vuelo en formación a escala milimétrica, sus dos satélites lograrán lo que hasta entonces era imposible en una misión espacial: una plataforma proyectará una sombra exactamente sostenida sobre la otra, bloqueando en el proceso el Sol para observar su atmósfera circundante de forma prolongada.
La última de una serie de cinco pruebas de validación del sistema para la misión implicó que científicos del Observatorio Real de Bélgica en Bruselas enviaran solicitudes de operación de carga útil al centro de control de la misión en el Centro Europeo de Seguridad y Educación Espacial (ESEC), al otro lado del país, en Redu.
El centro de control procesó estas solicitudes y luego envió telecomandos a los instrumentos científicos a bordo de la nave espacial Proba-3, que actualmente se encuentra en una sala limpia en el municipio belga de Kruibeke, para gestionar las observaciones científicas solicitadas de forma totalmente automatizada.
El satélite Occulter, con forma de disco, en primer término; detrás el Coronagraph. Firma: ESA
El único elemento del segmento terrestre de Proba-3 que no participó en las pruebas SVT fueron las estaciones terrestres reales repartidas por todo el mundo que mantendrán el contacto con los satélites durante cada órbita de gran ascenso: Santiago, en Chile; Yatharagga en Australia; Maspalomas en Gran Canaria; y Villafranca cerca de Madrid.
Una vez finalizadas las pruebas, Proba-3 será enviado al Centro Espacial Satish Dhawan en la India el 21 de octubre para un lanzamiento planificado por el lanzador PSLV-XL el 29 de noviembre.
Proba-3, compuesta por los satélites Coronagraph y Occulter, es la última misión en una familia de minisatélites experimentales de la ESA que se remonta a 2001; su nombre proviene del latín Probémoslo.