La mayoría de los satélites de teledetección tradicionales deben funcionar en condiciones de luz diurna para recopilar datos utilizables. Además, los que pueden funcionar durante la noche, como los radares de apertura sintética, normalmente se colocan en órbitas de amanecer y anochecer debido a limitaciones térmicas y de energía. Esto significa que los fenómenos nocturnos a menudo quedan parcial o totalmente sin vigilancia.
En ese sentido, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha abierto una convocatoria a la industria para desarrollar una tecnología que permita imágenes satelitales nocturnas de nuestro planeta, una de las tareas más complejas de la observación de la Tierra (EO, por sus siglas en inglés).
Las aplicaciones que facilita la detección y seguimiento de eventos y fenómenos nocturnos abarcan una amplia gama de sectores y atienden a diversos segmentos de usuario. Entre los dominios potenciales destacan marítimo, ambiental, silvicultura, gestión de recursos naturales, ciudades inteligentes (Smart Cities en inglés), instituciones financieras y las industrias tanto de petróleo como de gas.
Con el estudio de viabilidad técnica y comercial, denominado The Dark Side of Earth, la Agencia ofrece hasta 200.000 euros para la financiación del 80 % del coste total del proyecto. Los licitadores, de cualquiera de sus 22 Estados miembros, deben presentar sus propuestas completas de acuerdo al procedimiento previsto en la plataforma ESA-STAR.