Japón se ha convertido en el quinto país de la historia (tras Estados Unidos, Unión Soviética, China e India) en posarse sobre la superficie de la Luna. Sin embargo, este hito tiene tintes agridulces, ya que su agencia espacial, JAXA, confirmó que pudo establecer comunicación con el módulo de aterrizaje SLIM (Small Lander for Investigating Moon), pero que las células solares no estaban generando energía suficiente.
Según confirmaron las autoridades niponas, la nave aterrizó a las 00:20 del sábado 20 de enero hora local japonesa (16:20 del viernes 19 hora española). Sin embargo, la batería, con un nivel de 12% fue desconectada, tal como estaba previsto, "para evitar que no se pudiera reiniciar para una operación de recuperación debido a una descarga excesiva".
Pese a esto, desde JAXA aún mantienen una esperanza y dicen que se están preparando para la "recuperación": de acuerdo a lo publicado en un hilo de Twitter, según los datos de telemetría, las células solares están orientadas hacia el oeste, por lo que existe una posibilidad de generar energía si la luz solar comienza a brillar desde esa dirección.
Vale la pena mencionar que hasta que se cortó la corriente después del aterrizaje, los datos técnicos y de imágenes adquiridos durante el descenso y en la superficie lunar se transmitieron con éxito; tal como se pudo constatar en la transmisión que se realizó en directo.
Datos obtenidos durante el aterrizaje de SLIM en la Luna. Firma: JAXA
Misión doble
La misión fue lanzada en septiembre de 2023 junto al observatorio espacial Xrism (X-ray Imaging and Spectrocopy Mission). Se trata de un cuboide de forma irregular de 2,4 metros de altura, 2,7 metros de ancho y 1,7 metros de profundidad, con una masa seca de 190 kilos y una masa completamente cargada de 590 kilos. La energía es proporcionada por células solares de película delgada y baterías de iones de litio. Lleva un radar de aterrizaje para el descenso final y una cámara multibanda para la exploración mineralógica de la superficie, así como un pequeño conjunto de retrorreflectores láser. El sistema utiliza una base de espuma de aluminio triturable para absorber el impacto.