Jupiter-3, considerado el satélite de comunicaciones comerciales más pesado del mundo, con nueve toneladas métricas, ha logrado desplegar sus antenas y paneles solares en órbita geoestacionaria, a una altura de 35.786 kilómetros. El ingenio de EchoStar, lanzado el 28 de julio pasado en un cohete Falcon de SpaceX, está "funcionando como se esperaba" de acuerdo a sus desarrolladores.
Maxar Technologies construyó el satélite de banda Ka y suministró sus paneles solares. Las antenas y el reciente despliegue en órbita estuvieron a cargo de la australiana L3Harries Technologies. La acción apunta a "brindar acceso a Internet HughesNet en todo el continente americano y respaldar redes empresariales durante el vuelo, soluciones de Wi-Fi, backhaul celular y Wi-Fi comunitario".
El presidente de Sistemas Espaciales y Aerotransportados de L3Harris, Ed Zoiss, comentó que "en el complejo y acelerado mundo de las comunicaciones por satélite, los clientes necesitan soluciones que reduzcan el riesgo y el costo de la misión y al mismo tiempo respondan al llamado de entregar datos a velocidades más altas en las ubicaciones más remotas. Nuestras antenas espaciales hacen exactamente eso".
Pruebas del sistema de tierra
Con las antenas desplegadas, Hughes Network Systems (perteneciente a EchoStar) está probando la capacidad de Jupiter-3 para comunicarse con sistemas terrestres. Una vez que se completen los ensayos, se espera que el satélite proporcione más de 500 gigabits por segundo de capacidad de banda ancha para los clientes de su servicio; incluidas aerolíneas, corporaciones, gobiernos y consumidores en América del Norte y del Sur. Se espera que el servicio comience a finales de año.
El director ejecutivo de EchoStar, Hamid Akhavan, dijo que "como el satélite comercial más grande jamás construido, Jupiter-3 duplicará la capacidad de nuestra flota, atendiendo a más clientes que viven fuera del alcance de Internet por cable y fibra, proporcionando conectividad ubicua en toda América".