Airbus finalizó ayer viernes 20 de enero la construcción de la nave espacial Juice (JUpiter ICy moons Explorer mission), que explorará las lunas de Júpiter a lo largo de la próxima década. La nave será trasladada en febrero de Toulouse (Francia) hacia Kourou (Guayana Francesa) para su lanzamiento en abril de 2023 a bordo de un cohete Ariane 5.
La empresa explica que Juice ha estado en sus instalaciones de Toulouse desde el pasado agosto de 2021, "donde se realizó la integración de las unidades de instrumentos finales y los paneles solares más grandes que jamás hayan volado en una misión de exploración planetaria, necesarios para impulsar la misión a 740 millones de kilómetros del Sol".
Integración de la antena RIME de Juice (Airbus).
La gerente del proyecto Juice en Airbus Defence and Space, Cyril Cavel, explica que "a medida que se acerca rápidamente la partida de Juice para el sitio de lanzamiento, recordamos su largo viaje terrestre a través de varios sitios de Airbus en Europa hacia la integración final y la participación de cerca de 500 empleados de Airbus que prepararon la nave espacial para su crucero de ocho años".
Cavel añade que "ha sido una aventura increíble, junto con más de 80 empresas de toda Europa, dar vida a la visión de la Agencia Espacial Europea (ESA y, en última instancia, estudiar Júpiter y sus lunas heladas con gran detalle".
Así llego la nave a Tolouse (Airbus).
Misión Juice
El explorador de las lunas heladas de Júpiter de la ESA despegará en abril para desarrollar una misión espacial entre 2031 y 2035 con un presupuesto de 1,6 billones de euros.
Juice realizará observaciones detalladas del planeta y sus tres grandes lunas oceánicas: Calisto, Europa y Ganímedes; así como del sistema gaseoso de Júpiter. Además, será la primera nave espacial en orbitar una luna distinta de la terrestre: Ganímedes, la más grande del planeta. También será la última misión de la ESA lanzada en un cohete Ariane 5 desde el puerto espacial europeo en Kourou (Guayana Francesa) antes de que Ariane 6 tome el relevo.
La Agencia europea se ha aliado con la NASA, y sus homólogas japonesa (JAXA) e israelí (ISA) para desarrollar la misión durante 12 años desde su lanzamiento, además de decenas de empresas, instituciones y un total de 23 países.